Kony en la encrucijada mientras sus combatientes pasan hambre

14/07/2008 | Crónicas y reportajes

Joseph Kony, líder de los rebeldes ugandeses del Ejército de Resistencia del Señor, LRA, es un hombre en la encrucijada.

Tras no haberse presentado por dos veces a firmar el acuerdo de paz con el Gobierno de Uganda, sus combatientes, que podrían ascender a más de 10.000, en estos momentos se enfrentan al hambre.

También se enfrenta a un posible resurgimiento de las hostilidades por parte de las Fuerzas de Defensa del Pueblo de Uganda, UPDF, y de los países vecinos que le han dado refugio y que temen que el excesivo retraso en la firma del acuerdo de paz podría poner en peligro sus intereses.

El LRA además está preocupado porque una sección de las UPDF, principalmente el batallón 105, se ha camuflado en el Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán, SPLA, que lideraron las escaramuzas en Nabanga, el pasado 6 de junio.

Pero lo que más claramente puede apreciarse es que el LRA se enfrenta a una inminente escisión, entre los que consideran que debe retrasarse la firma del acuerdo hasta que el mediador jefe, Riek Machar, de algunas aclaraciones y garantías; y aquellos que sienten aprensión porque el retraso continuado en la firma del acuerdo podría poner en peligro en alto el fuego, acordado en agosto de 2006, así como el acuerdo en sí.

La semana pasada, el mediador jefe del LRA, David Nyekorach Matsanga, estaba en Nairobi para asegurar ante los medios de comunicación y la región que el LRA ha aceptado el acuerdo de paz y no está interesado en la reapertura de las negociaciones. Aun así, su lenguaje corporal y el mensaje delataba a una organización en la encrucijada y bajo la presión del tiempo.

Acompañado por otros dos miembros del LRA, Justine Lubega y Michael Anywa, Nyekorach se vio en apuros para convencer a la audiencia de que todavía es el líder del equipo de mediación, después de haber dimitido frustrado en pasado 10 de mayo.

Nyekorach mantuvo que había sido repuesto en el cargo por Kony después de que se había demostrado que las acusaciones de que había mantenido contactos en secreto con Kampala, eran falsas.

Negó las acusaciones de que hubiera escrito al Presidente Yoweri Museveni sugiriendo que el único modo de resolver los problemas del norte de Uganda era la eliminación física de Kony.

Apuntó que los mandamases del LRA iban a reunirse con el mediador jefe en Juba, a partir del 13 de julio, para buscar la aclaración de ciertos asuntos que han impedido que Kony firme el acuerdo de paz e dos ocasiones.

“Sencillamente estamos intentando aclarar algunos aspectos sobre los que no se había negociado apropiadamente, en cuya ausencia podría echarse a perder el cese de hostilidades de los últimos dos años”, declaró.

El LRA firmó un alto el fuego en agosto de 2006, pavimentando el camino para las conversaciones de paz de Juba. Ahora busca la aclaración del verdadero estatus de la orden de arresto contra Kony del Tribunal Penal Internacional, ICC.

Kony prefiere ser juzgado en Uganda y no en La Haya, en un plan que David Nyekorach Matsanga describe como “estatus complementario”, en el que el Gobierno de Uganda ha ofrecido juzgar a Kony en el país.

Además, el asunto del ICC, el LRA también quiere aclarar el asunto de la desmovilización e integración de sus combatientes una vez que se haya firmado el acuerdo de paz, la transformación del ejército de Uganda y de la fuerza policial; el asunto del reparto de poder y de riqueza, el de la tierra, y el rol del pueblo del norte de Uganda en la rehabilitación y reconstrucción de la región.

Aclaraciones aparte, expertos observadores del LRA argumentan que la combinación de la inminente muerte de hambre, después de la retirada de la ayuda financiera de la comunidad internacional, y la amenaza de las UPDF, podrían haber forzado al LRA a dar mayores muestras de disponibilidad para firmar el acuerdo de paz, antes de que sea demasiado tarde.

El tono de Nyekorach Matsanga les traicionó cuando imploró a los actores y partes implicadas que actuasen con humanidad, moderación y flexibilidad en la consideración de la reapertura de las negociaciones para abordar algunos asuntos pendientes, ya que “lo que está en juego es mucho y la supervivencia y el futuro del pueblo del norte de Uganda depende de que se llegue al final con el acuerdo de paz.

Por dos veces, Kony no ha aparecido en la ciudad de la jungla de Ru-Kwangba, para firmar el acuerdo de paz, debido principalmente a lo que sus lugartenientes aseguran que es temor por su vida.

Si se firma, el acuerdo terminará con 21 años de conflicto entre el LRA y el Gobierno.

Fred Oluoch

Corresponsal especial del diario ‘The East African’, donde se publicó el 14 de julio de 2008.

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