El Presidente de Tanzania y de la Unión Africana, Jakaya Kikwete ha dicho a al Presidente de los Estados Unidos, George Bush, que los líderes africanos tienen un punto de vista diferente sobre la crisis de Zimbabue.
Bush se reunió con Kikwete paralelamente a la cumbre del G8, en Toyako, Japón, para intentar lograr una línea unida frente a Zimbabue. Los Estados Unidos son los que propusieron una resolución que se espera que se presente ante las Naciones Unidas para imponer nuevas sanciones a Zimbabue, pero los países africanos, particularmente Suráfrica, se han opuesto enérgicamente a esta medida.
Kikwete, hablando en una rueda de prensa junto con Bush, ha dicho que mientras que él comparte el punto de vista de que existe una crisis en Zimbabue, no comparte el punto de vista de Bush, sobre las medidas a tomar. Kikwete parece haber conducido a Bush hacia la teoría de buscar una solución africana, “la Unión Africana, habiendo discutido sobre la situación de Zimbabue en su cumbre, la semana pasada, ha decidido presionar por un Gobierno de unidad nacional entre el Presidente Robert Mugabe, del partido Zanu-PF, y el partido de la oposición el Movimiento para el Cambio Democrático, MDC.
Después de haber dicho Bush que estaba “extremadamente decepcionado con las elecciones”, Kikwete dijo que comparte la visión de Bush con respecto a muchos asuntos internacionales, pero añadió: “pero nosotros, en África, vemos a Zimbabue de una manera diferente”.
Estados Unidos y Gran Bretaña habían pedido previamente que se reconocieses al líder de la oposición, Morgan Tsvangirai, como legítimo presidente de Zimbabue, basándose en la primera ronda de votaciones del 29 de marzo, en la que él ganó, pero sin la mayoría necesaria para declararlo legalmente ganador, viéndose forzado a presentarse a una segunda vuelta de votaciones.
Kikwete ha declarado que los líderes africanos no creen en el enfoque de “todo para el ganador”, para resolver la crisis de Zimbabue, añadiendo que “en la última cumbre de la Unión Africana, muchos de los líderes expresaron su descontento con la forma en la que se han sucedido los acontecimientos, pero también estuvieron de acuerdo en las medidas a tomar. “Decimos que en Zimbabue no puede gobernar un solo partido, y por tanto los partidos deben trabajar juntos para mirar por el futuro de su país juntos. Esa es la manera en que nosotros lo vemos”.
La mayor parte de los países de Europa, Estados Unidos, Australia y Canadá han expresado su frustración ante el enfoque de los líderes africanos frente a la crisis de Zimbabue. Muchos líderes africanos han recordado el mantra de Mugabe que la crisis es principalmente una disputa bilateral entre su país y Gran Bretaña, avivada por su política de quitar la tierra a los blancos para dásela a los negros. Para algunos líderes africanos, las peticiones de Occidente de poner sanciones más duras contra Zimbabue, está empezando a ser irritante, y Kikwete parece referirse a eso cuando dice a Bush que si a él le hubiera gustado ver que los africanos hacían algunas cosas, a los africanos también les hubiera gustado ver que los occidentales hacen otras cosas”.
Kikwete viajará pronto a Zimbabue para apoyar los esfuerzos de mediación de Thabo Mbeki, el mediador nombrado por la UA.
(New Zimbabwe, 08-07-08)