Al menos una persona murió la noche del lunes, 24 de octubre, e hirió a otras 13 en una segunda explosión en 24 horas ocurrida en la capital Nairobi.
La explosión tuvo lugar a las 20:00 horas, se cree que fue una granada lanzada contra un matatu (autobús local) en movimiento cerca de una concurrida terminal entre Hipódromo y Landhies, en Nairobi.
Los heridos fueron trasladados al Hospital Kenyatta. Agentes de seguridad procedentes de la Unidad de Servicios Generales y de la policía acordonaron el lugar frente al antiguo Supermercado Jack y Jill.
Algunos testigos dijeron que la granada fue lanzada contra un matatu lleno de pasajeros, pero rebotó en la ventana y estalló en una multitud de gente que se encontraba esperando el autobús.
Un oficial de policía, que pidió anonimato, dijo que habían recogido los restos del artefacto explosivo, que identificaron como una granada de mano.
Este matatu sirve las rutas de Kiambu, Githunguri y Ndumberi y está cerca de la iglesia de San Pedro Claver, la Iglesia del Ejército de Salvación y a tan sólo a unos metros de la OTC normalmente lleno de gente, que sirve como estación central de matatus de Nairobi.
La última explosión en el mercado OTC fue el intento fallido de asesinato contra el entonces popular Kariuki en 1975.
La explosión se produjo apenas 24 horas después de que otra granada de mano fuera lanzada en un club nocturno en Mfangano Lane, en la ciudad, hiriendo a 14 personas.
Uno de los heridos en la segunda explosión fue llevada al hospital en mal estado. La mayoría de las víctimas sufrieron heridas en sus piernas.
Después de las dos explosiones, el jefe de Seguridad Interior, Francisco Kimemia, anunció una prohibición de fuegos artificiales durante las festividades de Día de la Independencia y Navidad.
Una importante ofensiva contra inmigrantes ilegales somalíes está en marcha en el país desde el lunes. Las principales detenciones se registraron en Malindi y Nakuru.
En la zona de Eastleigh de Nairobi, un suburbio que es apodado con el nombre de «la pequeña Mogadiscio», debido a la gran cantidad de residentes somalíes de Kenia y Somalia, había mucha tensión.
Mientras tanto, en Somalia, empiezan a aparecer grietas en la lucha contra Al-Shabaab. A pesar de que se había acogido con satisfacción y apoyó la operación conjunta de cinco días contra la organización, el presidente reconocido de Somalia, Ahmed, ayer cambió de tono y dijo que sólo quería a Kenia para entrenar y proporcionar apoyo logístico a sus tropas.
La policía de Malindi, asegura que los vecinos del sur de Somalia, dijeron que se había lanzado una importante ofensiva contra los extranjeros que huyen del país devastado por la guerra.
El jefe de la policía de Wellington Choka confirmó que 11 personas de origen somalí fueron arrestadas el domingo por la noche en la isla de Robinson y Marereni en Magarini Distrito.
En Nakuru, 10 inmigrantes ilegales de origen somalí fueron acusados de estar en el país ilegalmente, estos negaron estar en el país ilegalmente y fueron puestos bajo custodia policial hasta el día 24.
Mientras tanto, los líderes del Norte y el Este han instado a los residentes locales que apoyen la acción militar contra Al-Shabaab en Somalia.
Quince miembros del Parlamento y el ministro de Defensa, Yusuf Haji y el diputado presidente de la Asamblea Nacional, Farah Maalim dijeron a los residentes en Pangani, Nairobi, que la lucha contra la milicia era una guerra contra los «elementos criminales y no dirigida a la comunidad somalí en Kenia».
La tensión también fue alta en la mayoría de las ciudades del noreste el lunes tras el asesinato de un jefe en la ciudad de Mandera.
Jamal Ali Jahazi fue asesinado por desconocidos, cuando volvía de una mezquita en la noche del domingo.
El Ministro de Seguridad Interior, George Saitoti, dijo que la policía se mantendrá en estado de alerta mientras las fuerzas de defensa del país continuarán con la represión de Al-Shabaab. Mientras tanto, Francia confirmó que está proporcionando apoyo logístico limitado a la ofensiva contra los rebeldes islamistas en Somalia, pero negó informes de que un buque de guerra francés hubiera bombardeado la costa somalí.
(Daily Nation, Kenia, 24 de octubre de 2011)
Noticia enviada y traducida por Eva Estaun, española residente en Nairobi.
