A nivel mundial, la comunidad médica ha reconocido la importancia de la anticoncepción en la reducción de la carga que suponen los embarazos no planificados, animando a las familias más pequeñas y a las mujeres a colaborar con el desarrollo sostenible en los países en crecimiento.
La investigación demuestra que hay vínculos significativamente positivos entre la anticoncepción y la supervivencia maternal e infantil, el bienestar de los hogares y en el hecho de que las mujeres alcancen sus metas profesionales y puedan participar activamente en la construcción nacional.
La anticoncepción también reduce las posibilidades de depresión y ansiedad entre los miembros de la familia. Y, a nivel personal, aumenta los niveles de felicidad de los individuos y de la familia, al mismo tiempo que garantiza una mayor inversión en la infancia.
A pesar de estos grandes beneficios, el Fondo de Población de las Naciones Unidas estima que, si bien más de 225 millones de mujeres en todo el mundo desean evitar el embarazo, no tienen acceso a métodos anticonceptivos seguros y eficaces.
En Kenia, el 18% de las mujeres casadas y el 26% de las mujeres solteras no tienen acceso a métodos anticonceptivos eficaces. A nivel nacional las encuestas muestran que menos del 40% de las mujeres jóvenes y de las adolescentes que han tenido relaciones sexuales han utilizado un método anticonceptivo. Esta misma encuesta nos revela que sólo el 29% de las jóvenes que tuvieron relaciones sexuales en el mes anterior a la encuesta había usado un método anticonceptivo.
Actualmente, poco más de la mitad de las mujeres casadas en Kenia usan anticonceptivos modernos, como dispositivos intrauterinos, también conocidos como DIU y los implantes anticonceptivos bajo la piel. Pero la disponibilidad de anticonceptivos sigue siendo baja entre los más necesitados:
– mujeres y adolescentes pobres y rurales,
– mujeres sin educación,
– aquellos que ya tienen familias numerosas.
También hay una necesidad creciente, de las adolescentes casadas, al acceso a los anticonceptivos. En algunas regiones sólo el 3% de las mujeres usan anticonceptivos, sin olvidar que en Kenia, el 59% de las mujeres viven en zonas rurales.
Los beneficios de la anticoncepción
La anticoncepción es más que el mero hecho de controlar la fertilidad. Permite a las parejas y a las mujeres hacerse cargo de su fertilidad y decidir y programar el número de hijos que desean.
Esto no sólo aporta beneficios para los individuos y las parejas sino que también tiene su impacto en los hogares, las comunidades y la sociedad en general.
Una revisión de los beneficios socioeconómicos de la anticoncepción también muestra que beneficia a los hombres. Les permite disponer de más ingresos, conseguir mejores resultados respecto a la salud de sus familias, madres y esposas. También da lugar a relaciones más satisfactorias y más duraderas con sus parejas.
La crisis keniata
En la década de los 60, Kenia era el líder regional en la prestación de servicios de anticoncepción y planificación familiar y puso en marcha el primer programa nacional de planificación familiar oficial en el África subsahariana.
La analista Maura Graff, de la Oficina de Población señaló que el aumento del uso de anticonceptivos en Kenia llevó a una disminución de la tasa global de fecundidad. Ésta pasó de un promedio de 8,1 hijos por cada mujer en 1978 a 4,7 en 1998. Con el incremento de la planificación familiar, los ingresos de las unidades familiares comenzaron a subir y la proporción de mujeres que empezaron a cobrar salarios también aumentó.
Pero desde mitad de la década de los 80, el apoyo y la financiación para la planificación familiar en Kenia han disminuido masivamente. Esto ha dado lugar a importantes retrocesos en los ingresos estratégicos. Los servicios de anticoncepción y planificación familiar en Kenia todavía tienen que recuperarse por completo de ese periodo.
Esta disminución de los servicios anticonceptivos en Kenia ha tenido sus consecuencias. En 2012, se produjeron, en el país, medio millón de abortos inducidos. Ese mismo año, el 70% de las mujeres que fueron tratadas por complicaciones después de abortos inseguros no estaban tomando anticonceptivos.
Los nacimientos no planificados siguen contribuyendo sustancialmente al crecimiento de la población en el país. Cada año, miles de escolares de Kenia abandonan la escuela debido a embarazos no deseados. La investigación también muestra el aumento de riesgo de “aborto de repetición” y su peligrosa secuela en las niñas y las mujeres del país.
Hay varios factores en el centro de la crisis de anticonceptivos de Kenia, incluido el mal apoyo político.
También ha habido muy poco compromiso para ampliar los programas e intervenciones de provisión de anticonceptivos de planificación familiar. La investigación muestra que la anticoncepción es uno de los temas que se enseñan con menos frecuencia en las escuelas públicas y privadas de Kenia y algunos líderes políticos siguen antagonizando públicamente la planificación familiar y la anticoncepción.
Pocas mujeres kenianas que deben someterse a tratamiento médico por complicaciones de un aborto inseguro reciben un anticonceptivo. Esto es en parte debido a las frecuentes roturas de stock de los productos anticonceptivos que las instalaciones de sanidad tienen en Kenia.
Un estudio reciente mostró que muy pocos profesionales, en los establecimientos de salud pública de Kenia, sabían cómo realizar una vasectomía, administrar anticonceptivos reversibles de larga duración, como el DIU o realizar un implante anticonceptivo debajo de la piel.
La pobreza y las desigualdades regionales también acentúan la exclusión de muchas personas a anticonceptivos eficaces.
Hay varios mitos y conceptos erróneos que circulan acerca de la anticoncepción en Kenia. Estos incluyen el temor de que algunos anticonceptivos modernos causan cáncer, infertilidad y perjudican a las personas durante el acto sexual. También están las creencias, ampliamente extendidas, de que la anticoncepción favorecerá la promiscuidad sexual.
La oposición a la anticoncepción por parte de la derecha religiosa del país sigue siendo feroz. Los esfuerzos para llegar directamente a los jóvenes con los anticonceptivos topan con la resistencia de diferentes grupos.
Arreglar el problema
Al menos dos de los objetivos para el desarrollo sostenible subrayan la importancia de la anticoncepción. Nacimientos planificados, es decir familias más pequeñas y el apoyo a la igualdad de género que trae consigo el empoderamiento de la mujer y una vida más saludable para todos.
Tenemos que crear conciencia sobre la anticoncepción y mejorar la educación pública acerca de la salud sexual y reproductiva. Cada embarazo debe ser deseado y las familias deben tener el número de hijos que puedan cuidar, atender y mantener. Los abortos inseguros deben ser eliminados y las niñas no deben abandonar la escuela debido a un embarazo no deseado.
El fortalecimiento de los servicios de anticoncepción y planificación familiar en Kenia requeriría la acción consciente de diversos sectores. Esto incluye a políticos, líderes de opinión, investigadores, medios de comunicación, profesionales de la sanidad, educadores, activistas y organismos de desarrollo, entre otros.
La tarea que tiene Kenia por delante es posible, pero exige que todo el mundo, no sólo una sección del país, actúe.
Por Chimaraoke Izugbara, director del Centro Africano de Investigación para la Demografía y la Salud (APHRC)
The Conversation Africa* – (Fundación Sur)
*The Conversation Africa, es un proyecto lanzado en Mayo. Se trata de una fuente de noticias y puntos de vista de la comunidad académica y de investigación, completamente independiente y dirigido directamente al público. Está financiado por la Fundación Nacional de Investigación, la Fundación Knight, Barclays África y la Fundación Bill & Melinda Gates como socio estratégico.