La Junta de Farmacia y Toxicología de Kenia ha anunciado planes para utilizar la tecnología de la telefonía móvil en la lucha contra la venta de medicamentos falsificados en Kenia. Los keniatas pronto podrán utilizar sus teléfonos móviles para identificar si los medicamentos que toman son auténticos.
La decisión llega justo después de que la Junta a anunciara que está trabajando con desarrolladores de software para crear un código único que sirva para identificar la calidad y hacer un seguimiento a lo largo de la cadena de suministro de los fármacos de todo el país, ya sean importados o fabricados localmente.
El Director Ejecutivo de la Junta, Fred Siyoi, dijo que se está probando un código y que está previsto que se ponga en marcha a mediados de este año. El código de seguridad sanitaria estará disponible para los ciudadanos de Kenia en farmacias, clínicas y otros centros de salud: «El paciente podrá saber si se trata de paracetamol auténtico, cuales son sus efectos secundarios, el laboratorio farmacéutico del que proviene y si está registrado gracias al número de identificación único y a un código».
Siyoi participó el miércoles en un taller de tres días sobre la lucha contra los medicamentos fraudulentos organizado por la Conferencia de Fiscales Generales de Occidente – Alianza África (CWAG AAP por sus siglas en inglés) en Nairobi. El director de la Junta expreso que «El despliegue de nuevas tecnologías para ayudar a rastrear estos medicamentos es la única solución, ya que los delincuentes siempre están un paso por delante de nosotros. Tenemos que confiar en la tecnología para atraparlos».
Se han puesto en marcha medidas para revertir la tendencia fraudulenta, entre ellas el mapeo por GPS de las farmacias registradas, la incorporación de nuevas tecnologías como el sistema de concesión de licencias y denuncias en línea, la presencia de inspectores de medicamentos en los puertos de entrada y la realización de registros y evaluaciones de productos para controlar todos los medicamentos que entran en el mercado. Esto se suma a la inspección periódica de los lugares de fabricación y a la colaboración con la Agencia de Lucha contra la Falsificación, la Dirección de Investigaciones Criminales, la Interpol y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Siyoi señaló que «Hemos utilizado distintos medios tecnológicos, como el espectrómetro (el dispositivo portátil que escanea los medicamentos en busca de ingredientes activos). Si no hay un ingrediente activo, confiscamos el fármaco y emitimos una alerta, tras lo cual se incautan, se ponen en cuarentena o se destruyen».
Por su parte, Markus Green, miembro de la junta directiva de CWAG AAP, dijo que un informe de la OMS reveló que el 25% de los medicamentos en los países en desarrollo son falsificados o de baja calidad, con 100.000 muertes al año en África vinculadas a este tipo de medicamentos. Además, reveló que el 50% de los medicamentos comprados por Internet en páginas ilegales que ocultan su dirección física son falsificados: «Los ejemplares no contienen ningún fármaco o contienen sustancias químicas que no se deben ingerir. Pueden provocar la muerte, pero nos estamos asegurando de que se eduque al consumidor sobre lo que es de verdad y lo que no».
Fuente: Daily Nation
[Fundación Sur]
[Traducción y edición, Mariana Entrecanales]
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