kenia: La clase media progresa y lidera la sociedad, por Antonio Molina

30/11/2012 | Bitácora africana

Estos días he recibido carta de un compañero que trabaja en Kenia y tanto me han alegrado las noticias que me cuenta, que he decidido compartirlas con vosotros, queridos radioyentes de “La Otra Cara de África”.

Escribe desde Meru Mikinduri

He aquí lo que dice:”En este pueblo he conocido a un grupo de jóvenes vestidos con camisetas donde se lee MERU YOUTH NETWORK. Se trata de una red que ya alcanza poco más de 10.000 miembros, todos procedentes del “condado” de Meru. Cada uno paga 200 chelines kenianos para trabajar juntos”

Luego me explica que MERU RED de JÓVENES da apoyo financiero a sus miembros mediante prestamos pequeños, los famosos para que puedan invertir en actividades de desarrollo personal. Por ejemplo: la compra de “bicicletas-taxi” (llamadas allí “boda-bodas”), la cría de pollos, etc…

Un líder en silla de ruedas

Mike Mutembei, conocido por su apodo “Makarina”, sufre de una complicación de la columna, que le obliga a vivir en una silla de ruedas. Eso no le impide hacer lo posible para asegurar a los jóvenes de su “condado”, en particular los que no han podido frecuentar la escuela, una educación de base, incluida la historia del “condado”, la política del país y lo necesario para desenvolverse en la vida laboral como ciudadanos honestos y dinámicos, emprendedores…

Ha tomado como cuadro fundamental los tres pilares básicos, que constituyen la VISIÓN 2030, a saber: La participación activa en los asuntos locales sociales, económicos y políticos.

Prosigue mi amigo:”Cuando uno observa a Mike en un lugar público, es evidente que posee esa confianza tranquila, que encontramos en Kenia en mucha gente de la clase media. Una confianza que se basa en el convencimiento de que puedes llegar a ser lo que pretendas ser, cualquiera que sean las circunstancias en que te encuentres. Mike ha elegido hacer uso de su origen de clase media, apoyado por varias redes, para ayudar a los jóvenes. Hoy se ha convertido en un líder de opinión respetado y escuchado en Meru.”

La clase media de Kenia

En los centros urbanos, al mirar a los tejados, se pueden ver miles de antenas parabólicas, síntoma de familias de clase media. En sus conversaciones oyes que hablan de hipotecas. Si entras en casa verificas que tienen un mínimo de dos empleadas del hogar y que con frecuencia ves debajo de un cobertizo, que hace funciones de garaje, un par de coches. Es gente que suele salir de vacaciones cada año, aunque sólo sea a las playas del Océano Índico.

En las zonas rurales, la clase media integra el grupo del comité local, participa en todos los proyectos de desarrollo regional de las ONG’s o de las iglesias y la mayoría probablemente tiene buenas cosechas a pequeña escala.

Estas personas son los líderes de opinión, tanto a nivel local como regional. Esto se debe a que el pueblo aspira a vivir como ellos. También son el punto de apoyo de la economía, porque ellos son los que pagan los impuestos más altos. Son la columna vertebral de la industria de Kenia, debido a que son los gerentes y coordinadores técnicos de la mano de obra no calificada en el mercado. También determinan las interacciones sociales, ya que son los principales actores en las funciones sociales, desde las bodas a los funerales.

Falta de compromiso político

La clase media está en el centro, pero todavía sigue evitando participar en un pilar fundamental desde el punto de vista económico y social: la política. Los que se aventuran aquí sólo lo hacen en caso de crisis local o nacional, para solucionarla a corto plazo y marcharse lo más rápido posible, hasta la crisis siguiente. Son como los bomberos, acuden a apagar el incendio. Una vez apagado el fuego desaparecen de la escena.

Podemos decir que la clase media keniana ha perfeccionado el arte de navegar entre dos aguas y no hacer absolutamente nada en lo que a política se refiere.

Mi compañero me da el testimonio de un líder de los jóvenes:”Desde que me uní a la campaña presidencial del Primer Ministro casi todo el mundo que he conocido en este grupo, expresa su decepción por mi elección de tomar un papel partidista a medida que avanzamos hacia las próximas elecciones generales, que se celebrarán el 4 de marzo de 2013. Es como un sentimiento general de que tomar partido, en lugar de mantenerse neutral, no es “cool”.

Proyecto nacional prioritario

Kenia tiene un proyecto: La necesidad de realizar una nación unida después de las elecciones de marzo 2013. Para lograr esto, necesitamos un “comité” que le ayude a navegar durante la preparación de las próximas elecciones, de manera que todos se sientan parte implicada en el proceso y parte integrante de los resultados. Este es el tipo de proyecto que necesita la clase media de Kenia.

Ellos pueden. Nos lo dice la experiencia: Cada vez que una institución religiosa tiene un proyecto, se dirige a la clase media. Ésta moviliza a las masas, además de integrar a la élite necesaria a bordo en torno al proyecto. Casi siempre se realiza de forma satisfactoria.

La Comisión Electoral Independiente y Límites (IEBC) insiste en que está preparada para realizar las elecciones el próximo mes de marzo 2013. Los que piden que se aplacen hasta agosto, demuestran falta de voluntad política.

Esperamos que la CLASE MEDIA sepa maniobrar a los políticos para empujarlos a que cumplan sus compromisos de gobierno y que los partidos sepan colaborar para el bien del país. Kenia, locomotora de África Oriental.

Autor

  • Antonio José Molina Molina nació en Murcia en 1932. Desde 1955 es Misionero de África, Padre Blanco, y ya desde antes ha estado trabajando en, por y para África. Apasionado de la radio, como él relata en sus crónicas desde sus primeros pasos en el continente africano, "siempre tuve una radio pequeña en mi mochila para escuchar las noticias". Durante septiembre 2002, regresa a Madrid como colaborador del CIDAF. En octubre de 2005 aceptó los cargos de secretario general de la Fundación Sur y director de su departamento África. Antonio Molina pertenece -como él mismo dice- a la "brigada volante de los Misioneros de África", siempre con la maleta preparada... mientras el cuerpo aguante.

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