La crisis de personas sin hogar en Kenia ha alcanzado niveles alarmantes, especialmente en Nairobi, donde miles de familias, incluidos niños, se ven obligadas a vivir en las calles o en refugios improvisados. La pobreza, el desplazamiento y la falta de viviendas asequibles han intensificado esta situación crítica.
Según el Censo Nacional de Familias sin Hogar de 2018, más de 46.000 personas viven en las calles del país, siendo la pobreza la principal causa. El Banco Mundial estima que el 39,8 % de los kenianos vive por debajo del umbral nacional de pobreza, lo que agrava aún más el acceso a una vivienda digna. En asentamientos informales como Kibera, el más grande de África, muchas personas intentan sobrevivir en condiciones precarias. Jane Caren Knight, de 22 años, paga unos 17 dólares al mes por una vivienda de barro con goteras, ejemplo de la falta de opciones habitacionales seguras y asequibles.
Ante esta realidad, el Gobierno de Kenia ha lanzado el Programa de Vivienda Asequible, con la meta de construir más de 100.000 viviendas. George Omondi, director de Vivienda e Infraestructuras del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano, subraya la necesidad de implementar programas de vivienda social con costos subvencionados para garantizar el acceso a hogares dignos y seguros.
Fuentes: Africa News – Media Talk Africa
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