El presidente Laurent Kabila ha nombrado a un Nuevo gobierno de “combate y reconstrucción”, el día 27 de octubre, en un intento de pacificar el gigantesco país del África central, sacudido por el recrudecimiento de la violencia.
Kabila despidió a los ministros de defensa e interior en un aparente intento de reorganizar por completo la respuesta militar a la amenaza cada vez mayor de los rebeldes en el este de la República Democrática del Congo, cerca de la frontera con Ruanda.
El nuevo ministro de Defensa, Charles Mwando, se enfrentará a la tarea de combatir con el movimiento armado liderado por el antiguo general, Laurent Nkunda, cuyas fuerzas han invadido campamentos clave de las fuerzas de defensa, el pasado fin de semana. Celestine Mbuyi fue nombrado ministro de interior.
“Es un equipo de combate al que se le ha asignado la misión esencial de la seguridad y las reconstrucción”, según un comunicado del propio Kabila, sobre la formación del tercer gobierno desde su elección, en las elecciones de 2006.
Los rebeldes de Nkunda se hicieron con el control de un campamento estratégico en el este del país.
Este gobierno estará liderado por el primer ministro, Adolphe Muzito, de 51 años, nombrado por Kabila a principios de este mes de octubre de 2008, tras la dimisión en septiembre de Antoine Gizenga, de 83 años de edad, alegando que ya no se sentía con fuerzas para ocupar el cargo.
Aparte del conflicto, Muzito, que fue ministro de presupuesto en el gobierno saliente, se enfrenta a grandes retos económicos en el país, donde el 75 % de los 60 millones de habitantes viven con menos de un dólar al día.
Las dificultades económicas han continuado a pesar de los grandes recursos naturales del país, como por ejemplo el 34 % de las reservas mundiales de cobalto y el 10 % de las de cobre.
El gran tamaño de esta nueva administración ha sido muy criticada por la prensa, el mismo día 27. Con los tres vice primeros ministros, hay 37 ministros y 13 viceministros, algo que ha sido descrito como “elefantino” por el diario Le Potentiel, que apuesta por que el tamaño de esta nueva administración tendrá un impacto negativo en el presupuesto general del estado.
(IOL, 27-10-08)