A mediados de diciembre se reunieron en la isla de Gorée (Senegal) varios movimientos ciudadanos congoleños y líderes políticos de la oposición a Kabila. Crearon el “Frente ciudadano 2016”, con el objetivo de impedir que Kabila, en flagrante violación de la Constitución, pueda optar a un tercer mandato presidencial. Uno de los firmantes del manifiesto fundacional de este Frente ciudadano es Vital Kamerhe, en su día presidente de la Asamblea nacional y partidario de Joseph Kabila.
El periódico Le Monde plantea a Kamerhe una serie de cuestiones; se presenta un resumen de las mismas y de las respuestas del opositor congoleño.
A la pregunta sobre el origen de las reuniones en Senegal y de la creación del Frente, Kamerhe señala que han sido los movimientos ciudadanos congoleños Filimbi y Lucha los que las promovieron; se vieron obligados a trasladarse al exterior, ya que el poder de Kinshasa considera y persigue a estos movimientos calificándolos de “terroristas”. Pidieron a los opositores políticos invitados que renunciaran a egos y partidismos, ya que lo fundamental era reflexionar sobre el proceso electoral futuro.
Frente al rechazo por parte de Kabila de organizar las elecciones y de abandonar el poder, señala, es necesaria una movilización contra el cambio de la Constitución para desbloquear el proceso electoral. Por eso, se ha fijado la fecha 31 de enero para que se publique el calendario electoral y por eso está organizándose para el 16 de febrero una gran marcha nacional. Esta fecha, 16 de enero, coincide con la conmemoración de la “marcha de los cristianos” de 1992, cuando se conformó un frente que agrupó la sociedad civil, la oposición política y la Iglesia católica contra los planes de Mobutu. Esta marcha fue reprimida sangrientamente. Es de esperar que, casi 15 años después, el Frente ciudadano 2016 haga triunfar la democracia y la alternancia.
A la pregunta sobre si el diálogo entre oposición y el poder sigue siendo pensable, Vital Kamerhe responde que Joseph Kabila está haciendo todo para que las elecciones no tengan lugar: ha insinuado que la elección presidencial sea indirecta, ha argumentado que debería identificarse primero al conjunto de la población y elaborar un nuevo censo, ha propuesto la revisión de la ley electoral, etc. etc. La estrategia ha consistido en ganar tiempo para seguir, por encima de todo, en el poder. La comunidad internacional debería intervenir para convencer a Kabila que deje el poder y salga por la puerta grande.
El periodista de Le Monde hace una pregunta muy personal a Vital Kamerhe, ya que éste tuvo un protagonismo relevante para que Kabila fuera elegido en 2006 presidente; le pregunta si lo lamenta. Kamerhe responde que en 2006, Kabila, hijo del presidente-patriota Laurent Désiré Kabila, representaba los mismos valores que su padre. Señala, sin embargo, que como presidente de la Asamblea Nacional (de 2006 a 2009) constató su evolución, atraído por el dinero y el enriquecimiento personal. Kamerhe dimitió en 2009 porque le pareció inaceptable la entrada de tropas ruandeses en territorio congoleño en una operación conjunta con las fuerzas armadas congoleñas. “Hice que fuera elegido y debía responder a las expectativas del pueblo. Kabila es como el autor que mata su obra; fue el arquitecto de la reunificación nacional antes de desviarse del camino”.
Sobre el acuerdo con Moïse Katumbi, ex-gobernador de Katanga que ha roto con la mayoría pro-Kabila, Vital Kamerhe declara que se han puesto de acuerdo en unir fuerzas para que se respete la Constitución, se promueva la alternancia y para olvidar por el momento las ambiciones personales. Luego llegará el momento de hablar de una posible candidatura única, algo que obligará a hacer concesiones. “El binomio formado con Moïse Katumbi lo debemos gestionar y preservar para que sea ejemplo para África Central.”
Tras afirmar que no tiene nada en contra de la persona, Vital Kamerhe, denuncia el sistema Kabila y el clan Kabila que acapara las riquezas. En respuesta a la pregunta sobre el peligro de que el Frente 2016 conduzca a un enfrentamiento sangriento, Kamerhe defiende el derecho constitucional a expresarse en la calle. “Militares y policías son congoleños que saben perfectamente lo que sucede y saben que nosotros defendemos los valores democráticos. Debemos expulsar el miedo y nosotros, los líderes políticos, nos pondremos en primera fila”.
Fuente: Entrevista firmada por Joan Tilouine en Le Monde, 23.12.2015
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