“Kabila, de la República Democrática del Congo, busca la presidencia vitalicia”

27/04/2010 | Opinión

Durante el discurso en la ciudad de Accra, Ghana, el presidente de EEUU, Barack Obama, dijo: “Que no quepa la menor duda: la historia está del lado de los africanos valientes, no de aquellos que se valen de golpes de estado o cambios de la constitución para mantenerse en el poder. África no necesita hombres fuertes, necesita instituciones fuertes”.

El Presidente de Honduras en América Latina, Zelaya, planeaba celebrar un referéndum consultivo para convocar una asamblea constituyente que delibere sobre la posibilidad de cambiar la Constitución, para eliminar la cláusula que prohíbe que un presidente se presente a las elecciones para un segundo mandato, a pesar de la prohibición constitucional de reformas formales.

Esto es exactamente lo que Joseph Kabila está haciendo actualmente en la República Democrática del Congo.

La población de Honduras se mantuvo firme y luchó contra el intento de Zelaya de continuar en el poder. Los congoleños deben ser valientes y luchar contra los enemigos de la democracia.

Actualmente, Kabila sigue los pasos del antiguo presidente de Níger, Mamadou Tandja, que fue seducido por el virus del deseo de poder. Tandja debilitó muchas de las instituciones estatales, logró organizar un referéndum que le permitió atreverse a cambiar la constitución. Con setenta y dos años disolvió el parlamento. Consiguió ampliar su segundo mandato de tres años hasta la eternidad pero los pocos que tuvieron valor se alzaron contra esta acción tan egoísta.

Esto es una versión moderna de la “presidencia vitalicia” con la que el presidente de la República Democrática del Congo, Kabila, no para de soñar.

El egoísta Tandja sabía que estaba yendo en contra del camino de la democracia pero cerró los ojos deliberadamente por sus intereses personales en contra de los de la nación. Lo único que quería era un “acordeón” político para tocar a su antojo, hasta el día de su muerte.

El joven Kabila tan solo tiene 38 años (4 de junio de 1971). Si no se evita ahora que cambie el supremo documento de la República Democrática del Congo, los congoleños vivirán condenados de por vida. Al igual que Tandja, ha probado el poder y ahora no quiere renunciar a él.

Finalmente, Tandja fue expulsado del poder el martes 18 de febrero del año 2010. La gente estaba cansada del sufrimiento, no podían hipotecar el futuro de sus hijos y de los hijos de sus hijos mientras unos cuantos disfrutaban a su costa.

Ebrio de poder

Kabila está ebrio de poder. La gente de su alrededor tiene sed de poder. Está rodeado por un grupo de gente culta pero se niegan a decirle la verdad. No piensan en la gente corriente y harán todo lo posible por mantenerse en el poder.

Aquellas personas que ocupan el poder en la República Democrática del Congo no piensan en las masas. No pagan por el agua, la electricidad, la comida, la asistencia médica, alquiler, gasolina, coches, por eso viven en un mundo completamente diferente lleno de opulencia.

Necesitamos introducir una autoridad estatal sistemática que acabe con los asesinatos, las violaciones y el saqueo de los comercios en nuestro querido país. Sólo hay una República Democrática del Congo y nos pertenece. Tenemos que proteger nuestro país y nadie lo va a hacer por nosotros. Debemos establecer una base firme para las futuras generaciones. Necesitamos a alguien que puede coger al toro por los cuernos y colocar al país en un pedestal internacional. La República Democrática del Congo necesita cambio y no guerra.

Debemos dejar atrás el pasado y seguir adelante. El nuevo viento de cambio que sopla por todo el continente también debe llegar a la República Democrática del Congo. Un cambio que fortalezca la paz y la seguridad del estado. Un cambio que proporcione trabajo, asistencia médica, agua potable y electricidad a los congoleños.

Los congoleños necesitan a alguien pragmático que dé millones de ideas que hagan posible enviar a los niños al colegio, crear un sistema de pensiones para los trabajadores y que permita a la gente jubilarse con dignidad.

Este es mi contrato social con la población del Congo, lucho por conseguir el poder legítimamente en las próximas elecciones de 2011.

Nadie debería poder invertir la tendencia. Aquellos que ocupan el poder abusaron de la segunda oportunidad que se les brindó en las elecciones de 2006. No hay tiempo para los ensayos. Necesitamos un líder proactivo y pragmático. Necesitamos un cambio.

Tal y como le ocurrió al General Pétain en Francia con los Nazis, cualquier persona que infrinja las disposiciones de la Constitución del estado del Congo, será sacada a la luz, juzgada y despojada de sus derechos civiles y políticos.

Una vez sea elegido Presidente, lucharé para que el parlamento apruebe esta ley en la República Democrática del Congo.

Hago un llamamiento a mis queridos congoleños, para que me den su completo apoyo. Deben ser valientes y proteger su patriotismo como si fuese oro. Tenemos que olvidar el miedo y luchar por la verdad.
¿Por qué nos negamos a morir por las creencias políticas como Lumumba, con dignidad, y no a vivir con vergüenza y humillación, para morir en la pobreza, en la hambruna, en la enfermedad y la miseria impuesta por una procesión de unas cuantas personas sin corazón?

Romper el silencio

Necesitamos acabar con este silencio ya.

Fue necesario el sacrificio de un hombre llamado Jesucristo para salvar al mundo entero. Fue necesaria la valentía del joven David para matar al gigante Goliat y liberar al pueblo israelí de la esclavitud de los Filisteos.

El parlamento de la República Democrática del Congo debería emular la valentía de otros parlamentos en todo el continente que se resisten al egoísmo de una persona que quiere chantajear al país. En 2006, Olusegun Obasanjo de Nigeria intentó cambiar la Constitución para poder gobernar un tercer mandato, pero el parlamento lo detuvo. ¿Por qué no podemos hacer lo mismo en la República Democrática del Congo?

Me gustaría finalizar con una cita del Presidente Obama. “América no intentará imponer ningún sistema de gobierno a ningún otro país. La verdadera esencia de la democracia está en que cada país determine su propio destino. Sin embargo, lo que hará América es aumentar la ayuda a personas e instituciones responsables, con la atención enfocada en apoyar al buen gobierno; los parlamentos, que evitan los abusos del poder y aseguran que las voces de la oposición sean escuchadas; el estado de derecho, que garantiza que todos sean iguales ante la ley; la participación cívica, de manera que los jóvenes se involucren; y las soluciones prácticas contra la corrupción, como la rendición de cuentas, la automatización de los servicios, la puesta al día de los servicios de emergencia, la protección de aquellos que denuncian un abuso, con el fin de aumentar la transparencia y la rendición de cuentas”.

Por Prof. Bent Mboyo Ndombo Francis

Presidente del Sindicato de Congoleños para el cambio

www.cchangeiscoming.org

Publicado en News Agency, el 10 de abril de 2010.

Traducido por Beatriz Aymat Basoa, alumna de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid Traducción /Interpretación, colaboradora en la traducción de algunos artículos.

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster