Kabila busca una salida

10/06/2015 | Opinión

Tras haber renunciado a modificar la Constitución y la ley electoral, el presidente congoleño trata de buscar un consenso para mantenerse en el poder más allá de 2016. Sin embargo, la convocatoria de un “diálogo nacional” para apaciguar el clima político y debatir sobre el calendario electoral no encuentra adeptos. Los principales partidos de oposición han declinado el ofrecimiento y desean discutir sobre el proceso electoral no con el Presidente sino con la Comisión electoral. Algunos pequeños partidos, sobre todo los aliados de la mayoría presidencial han aceptado la invitación. No hay un gran entusiasmo, ya que el objetivo del diálogo nacional propuesto no es muy claro; detrás de la voluntad de diálogo y apaciguamiento del clima político se oculta un dilema de difícil solución.

kabila.jpg Joseph Kabila, en el poder desde 2001, debe abandonar normalmente el poder a finales de 2016; la Constitución prohíbe que opte a un tercer mandato consecutivo. Pero, con solo 43 años, resulta difícil imaginar que Kabila no desee continuar. Es lo que sospecha la oposición. Joseph Kabila ha buscado una salida, pero las soluciones se van alejando. La posibilidad de modificar la Constitución para poderse presentar como candidato a un tercer mandato se ha difuminado. John Kerry, Secretario de Estado de los EEUU, primero, François Hollande, presidente francés, luego, le aconsejaron con fuerza que respetara la Constitución. La caída, presionado por la oposición y la sociedad civil, del presidente burkinabé Blaise Compaoré, que también quería hacer trampas con la Constitución, supuso una ducha de agua fría para Kinshasa. Luego vino el intento de modificación de la ley electoral y el de ligar la elección presidencial de 2016 a la realización de un censo global de la población; tarea que podría durar tres años. Otra maniobra que la calle de Kinshasa rechazó con movilizaciones reprimidas violentamente. El párrafo en cuestión tuvo que ser suprimido.

Queda el tema del calendario electoral y Kabila puede alargar su mandato por medio de un progresivo deslizamiento en las fechas de las diversas elecciones. La CENI, Comisión electoral, debe organizar nada menos que siete escrutinios en menos de dos años, sin que exista un censo electoral fiable, sin medios financieros suficientes, en una ambigüedad constitucional causada por un nuevo y oportuno dibujo de las Provincias (que pasan de 11 a 26, con lo que quedan sustancialmente modificadas las circunscripciones electorales, entre otras cosas). Ello exigiría un nuevo consenso generalizado; de ahí el llamamiento de Kabila a la oposición para establecer un “diálogo nacional”; estrategia que, según muchos, ocultaría la voluntad de mantenerse en el poder. Ningún pez gordo parece haber mordido el anzuelo.

Por el momento, Joseph Kabila ha podido conversar con los jefes religiosos y con algunos líderes políticos de segundo orden. El Cardenal Monsengwo, muy crítico con Kabila, ha exigido que “no se produzca un desbordamiento de los plazos constitucionales”. Los partidos de oposición “modestos” propugnan también el respeto de la Constitución y un calendario electoral consensuado, pero también un retraso de algunas elecciones para arreglar previamente algunas cuestiones; algo que Kabila ha oído con gusto, ya que abriría la puerta a un periodo de transición, el cuentakilómetros volvería a la posición 0 y podría volverse a presentar a la elección presidencial. El llamamiento a un diálogo nacional puede ser un pretexto para retrasar las elecciones y prolongar el mandato de Kabila. El mensaje de la Secretaría de Estado de EE.UU., Tim Malinowki, sigue siendo claro: “el límite de los mandatos es bueno para la democracia y para la estabilidad”.

Christophe RIGAUD

Afrikarabia

[Resumen y Traducción: Ramón Arozarena]

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