. Jóvenes ruandeses que en la actualidad viven dispersos por el mundo, han expresado su seria preocupación sobre la situación de los refugiados ruandeses de SADC y ICGLE. Conforme el último informe de la Agencia de la ONU para los Refugiados, se estiman en 245.000 los refugiados en la República Democrática del Congo.
En una carta enviada por las Asociaciones de Jambo ASBL en Bruselas, y mediante la Campaña Global por los Derechos Humanos en Ruanda (GCRHR en sus siglas en inglés), localizada en Londres, estos jóvenes recogen que están convencidos de que “las operaciones militares no son una solución, sino una nueva catástrofe para aquellos que permanecen en el este del país, así como para la población civil congoleña.”
En unas breves palabras, los autores dicen que están poniendo las últimas esperanzas de los refugiados que están aún en la República Democrática del Congo sobre los hombros de unos pocos representantes mundiales. Igualmente destacan que muchos miembros de ambas asociaciones han cruzado a través los bosques congoleños “En 1996, algunos de nosotros estábamos en los bosques congoleños huyendo durante las masacres de exterminio de la RPA, que en la actualidad se ha convertido en el Ejército de defensa de Ruanda. Fuimos identificados como refugiados Hutu ruadenses o poblaciones Hutu nativas del Congo. El mayor de nosotros tenía 14 años.”
Los autores lamentan haber sido “cazados como animales y masacrados con machetes, bayonetas, azadas y para los más afortunados con balas o bombas, con la plena conciencia mundial“. Y no hubo ningún país que moviera “un dedo para ayudarlos”, porque todos ellos era considerados “miembros de la milicia Interahamwe que había cometido genocidio contra los tutsis en Ruanda, en 1994.
Citando el informe de mapeo en que la ONU, 14 años después reconoce los hechos que ocurrieron, los autores lamentan que aunque “muchos de los supervivientes tuvieron la oportunidad de llegar a países y zonas pacíficas”, muchos permanecieron “dispersos en el este del Congo”.
Refiriéndose a las numerosas operaciones previas militares que buscaban terminar con el FDLR, los escritores concluyen diciendo que “cada vez, las guerras han provocado masacres de civiles inocentes, desplazamientos y otras formas de violencia como violaciones”, mientras que “el problema no se resuelve”.
Expresando su confianza en la “alta sabiduría y humanidad” de las autoridades competentes, los autores piden que su carta sirva solamente como un recordatorio a los destinatarios de que “todas las esperanzas de ver civiles inocentes a salvo” depende de ellos, que la vida de los refugiados afectados está en sus manos.
En conclusión, Jambo ASBL y GCRHR dicen que están “plenamente” convencidos de que las operaciones militares no traerán una solución sostenible para el problema del FDLR y añaden que ellos “están más convencidos que nunca a contribuir a una solución pacífica a través del diálogo”.
Los signatarios de esta carta finalizan expresando sus esperanzas en que su próximo mensaje “sea de gratitud” porque los destinatarios “hayan salvado vidas inocentes” de sus familias supervivientes en el este del Congo.
Ruhumuza Mbonyumutwa
Fuente: Jambonews.net