Jóvenes nigerianos desempleados buscan lo necesario para vivir comerciando con toda clase de piezas en el Mercado de tecnología en Lagos.

29/01/2015 | Crónicas y reportajes

El área de la ciudad dedicada a la informática y a la tecnología ha atraído a miles de jóvenes comerciantes que venden, reparan o intercambian dispositivos tecnológicos tales como teléfonos móviles y ordenadores. Más de 50.000 jóvenes han encontrado empleo a través del centro de tecnología de la mayor ciudad del país. Estos comerciantes temen que sus negocios desaparezcan si el gobierno traslada, como tiene previsto, el mercado a un lugar más espacioso.

Adeola Adeogun se sienta en un taburete ante un escaparate de cristal mostrando teléfonos para la venta. Adeogun vende todo tipo de móviles usados y reacondicionados y otros artículos de tecnología en Lagos, la ciudad más poblada de Nigeria. «Yo no vendo ordenadores portátiles, pero yo vendo ordenadores portátiles», dice con una sonrisa socarrona. «Si alguien necesita estas cosas, las puedo conseguir para ellos y lograr un beneficio para mí». Adeogun es propietario de Triple A de Comunicaciones, una empresa dedicada a la compra de mercancías de antiguos propietarios, de otros propietarios de tiendas y de mayoristas.

El llamado poblado o barrio de ordenadores, un mercado de tecnologías no planificado ni reglamentado, se compone de siete amplias calles con centros comerciales de varios pisos y bungalows adaptados para el comercio. A lo largo de las calles, la gente vende, compra y repara aparatos electrónicos bajo grandes sombrillas de colores.

Los intermediarios llaman a los transeúntes, preguntándoles si quieren comprar o intercambiar teléfonos. Algunos sostienen colecciones de teléfonos; otros ofrecen auriculares, memorias USB y otros accesorios colgados en perchas. Otros ofrecen cajitas de CDs, en su mayoría pirateados. Muchos se dedican simplemente a abordar posibles compradores antes de que se mezclen en la multitud.

Adeogun, de 36 años, comenzó como un intermediario hace siete años, justo después de haber perdido su trabajo como vendedor. «Empecé como un niño de la calle, llevando clientes a quienes tenían una tienda», dice. «Si vendes, recibes tu propina. Si tienes suerte, puedes conseguir hasta 5000 (24 €) o 10 000 nairas (48 €) en una buena venta”. Comenzar un negocio en este lugar es fácil, dice. No necesitas registrar tu negocio. Ni siquiera necesitas una tienda. Solo necesitas habilidades de vendedor.

Esta ciudad de los ordenadores da empleo a miles de jóvenes. Como cualquiera puede comenzar un negocio con un pequeño capital, el mercado atrae a una gran cantidad de personas que quieren convertirse en empresarios. Algunos economistas ven el centro como un valor añadido a la economía de Nigeria. Otros dicen que no reduce mucho el desempleo, ya que no produce nada; el mercado simplemente comercia con bienes fabricados en otros países.

Un plan para reubicar el mercado está causando nerviosismo en el pueblo. La gente de negocios teme una caída en el comercio. El desempleo entre los nigerianos en edad de trabajar se duplicó de 12% en 2006 a 24% en 2011, según el Informe Económico de 2013 sobre Nigeria del Banco Mundial. El Banco Mundial utiliza datos de la Oficina Nacional de Estadísticas de Nigeria, que ha cesado temporalmente la publicación de las cifras de desempleo.

Nigerianos entre 15 y 35 años- que representan casi el 40 por ciento de la población – trabajan por su cuenta en los mercados informales, como esta ciudad de los ordenadores. Según John Oboro, miembro ejecutivo de la Asociación de informática y Productos Afines Distribuidores de Nigeria (CAPDAN), un sindicato de organizaciones que trabajan en el mercado, “Este centro de comercio ha proporcionado oportunidades de empleo para más de 50.000 jóvenes… No hay un ministerio en el sector gubernamental que tenga ese tipo de empleo, a menos que sean trabajadores fantasmas».

Dado que el mercado no está regulado, es difícil saber cuántas personas poseen tiendas, venden en puestos o se pasean con la mercancía a cuestas. Este poblado ayuda a aliviar el desempleo, dice Suraj Oyewale, economista y fundador de Jarus Hub, un sitio web que ofrece orientación profesional a jóvenes nigerianos. Oyewale asegura que miles de jóvenes llevan esos negocios , favoreciendo a la economía. «Un buen número de actividades que se realizan en el ese mercado son, transacciones legítimas de mercado abierto… Se trata de puestos de trabajo para estas personas. Hay gente que engaña vendiendo productos falsos o falsificados, pero en general, creo, que la contribución es, sin duda, positiva».

El Ministerio de Tecnología de la Comunicación estima que este mercado genera al año 366 mil millones de nairas (unos 1.600 millones de euros).

Alhaji Taiwo Musa, un antiguo residente, comenta que el barrio, ahora convertido en mercado de ordenadores y otras piezas, fue en gran parte una zona residencial hasta cerca de 1995, cuando comerciantes en tecnología comenzaron allí a vender e intercambiar ordenadores. Musa vivió en el distrito hasta el año 2009, momento en el cual la congestión del tráfico y la actividad frenética de los vendedores hicieron del barrio una zona inhabitable.

Murtala Muhammed comenta que la cercanía del distrito al aeropuerto internacional favoreció el comercio de la tecnología, ya que la mayoría de la mercancía es importada. A medida que el número de empresas ha ido en aumento, el barrio de los ordenadores ha atraído un flujo constante de compradores y vendedores. El aumento del tráfico ayudo a su vez a otros tipos de negocios en las áreas de la aldea y colindantes: Tiendas a lo largo de la carretera; vendedores de zapatos exhibiendo sus mercancías en el maletero del automóvil, vendedores con carretillas que ofrecen bocadillos y maíz cocido, peluquerías y tiendas de apuestas florecen también por la aldea.

Temitayo Olofinlua

Global Press Journal

[Traducción, Jesús Esteibarlanda]

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster