Jolly Kamuntu, laureada del concurso Harubuntu 2012, por Paquita Reche – mnsda

7/03/2013 | Bitácora africana

Jolly Kamuntu ha sido una de las seis personas laureadas del concurso Harubuntu 2012. Nunca había oído hablar de esa mujer ni de ese premio con nombre bantú. Me alegro que esta noticia haya sido una buena ocasión para informarme, aprender algo nuevo y acercarme a otra mujer de las que dan visibilidad a todas aquellas que hoy están construyendo África.

El premio Harubutu nació en Bélgica en 2005 para dar una visión más positiva de África. Lo hace a través de ejemplos de mujeres y hombres corrientes que ilustran este aspecto. Así quiere promover una nueva imagen del África que cambia y de los africanos que la hacen cambiar. El nombre del premio proviene del kirundi la lengua de Burundi. Un nombre compuesto de dos palabras “hari” que significa “existe” y “ubuntu” que designa el hecho de ser humano que conlleva la idea de sabiduría y generosidad dos cualidades que honran a la humanidad. “Para nosotros, el término “harubuntu” expresa aquello que hace la grandeza y la creatividad del ser humano, quiere decir, aquí hay humanidad, articulando lo local y lo global” (1), dicen los fundadores del premio.

Frente a la tensión que genera el antagonismo entre la dimensión individual del “yo” y la dimensión colectiva del “nosotros”, Harubuntu postula que el hombre es multidimensional y es un ser en relación. “Yo con los otros”. Como dice un proverbio africano: “El hombre es un árbol, los otros son las raíces”. Por esta razón el Harubuntu se concede a personas que realizan proyectos concretos que contribuyen a valorizar su propio potencial y el de su comunidad. Hablar del premio Harubuntu es hablar de personas en interacción con un grupo, es sostener que el desarrollo integral de las personas interviene en el de la sociedad, tanto como el desarrollo de la sociedad, interviene en el desarrollo de las personas.

Sus principios se inspiran en los del Ubuntu: “Yo existo porque tú existes”. El equilibrio del hombre y el de la sociedad se basa en la reciprocidad y la interacción. La liberación del potencial personal permite liberar el potencial de los demás. Harubuntu premia a personas ligadas a una comunidad y que la enriquecen. “Personas normales que hacen cosas extraordinarias”. Promueve iniciativas locales que desarrollan los territorios y los lazos entre ellas. Considera que las necesidades inmateriales son tan importantes como las materiales, porque refuerzan las capacidades de los individuos para responder a ellas.

Harubuntu nos separa tres dimensiones importantes: las personas, sus proyectos y las transformaciones sociales conseguidas gracias a sus acciones, sus actitudes y sus comportamientos.

Su metodología se apoya en tres principios fundamentales:

-situar a la persona en el corazón del proceso de desarrollo.

-considerar las potencialidades de las personas antes que sus carencias.

-dar la palabra a las personas y al colectivo para que expresen su visión del desarrollo.

En un mundo donde crecen individualismo, desigualdades, desequilibrios económicos, amenazas contra el medio ambiente, mal gobierno, Harubuntu pretende:

– dar visibilidad a africanos que también están contribuyendo a hacer progresar la humanidad, valorizando lo que hay de mejor en el Hombre,

– cambiar la imagen estereotipada de un África de conflictos y hambrunas y mostrar un África que busca soluciones a sus problemas,

– dar un rostro humano a las relaciones Norte/Sur,

-promover a africanos que innovan, y saben despertar potenciales e iniciativas en los otros.

¿Quién es Jolly Kamuntu y por qué ha recibido el premio Harubuntu?

Jolly Kamuntu es una congoleña de menos de cuarenta años, casada y madre de tres hijos. Su formación en derecho y periodismo le ha ayudado a trabajar por los derechos de la mujer. Ella tiene muy claro que las mujeres deben ser actoras de su propia vida y que las profesionales de los medios de comunicación, como ella, pueden ayudarles con el poder que les dan los micrófonos de poder informar, formar y denunciar las injusticias de las que son victimas de conflictos y guerras.

Podemos recordar que en 16 años ha habido más de 500.000 mujeres violadas, sin distinción de edad, de 4 a 70 años, unos seis millones de muertos y millones de desplazados. La última escalada de violencia, -abril 2012- ha producido el desplazamiento de 700.000 personas un incalculable número de violaciones, asesinatos y otras violaciones de los derechos humanos. Desde 1996 las causas son las mismas como señala el .acuerdo marco: Una respuesta global a la crisis de la RDC, firmado el 24 de febrero de 2013 firmado en Addis?Abeba: “mala gobernanza, rivalidades violentas en torno a la posesión de la tierra y a la explotación de los recursos naturales, impunidad ante atentados graves a los derechos humanos e interferencia exterior”.

Jolly está convencida del poder de la radio y le gusta decir: “¡El micro es un arma para liberar a las mujeres!”(2). Creo que tiene razón. Durante mis años de presencia en África, he podido comprobar que la radio ha sido desde hace muchos años un medio importante de información, formación y concientización para las mujeres. Ella ha roto fronteras y abierto brechas en ideas estereotipadas que conformaban la vida social cerrándola a todo cambio. Por ella llegan hasta las aldeas más remotas, palabras que penetran las mentes, cambian modos de pensar y antes o después producen cambios sociales y nuevas leyes que los protejan y abren los ojos sobre costumbres que oprimen. El cineasta senegalés Ousman Sembene plasma como nadie el poder de la radio en una escena de la película Moodaálé. Para detener la rebelión de las mujeres ante la práctica de la ablación, los hombres confiscan las radios de las mujeres y hacen una gran hoguera. “Lo hacen para taparnos los oídos”, dirá una de ellas.

Pero la radio no es sólo un potente medio de sensibilización y promoción poco a poco se ha ido convirtiendo en medio para que la voz de las mujeres denuncie y exprese sus reivindicaciones. Precisamente por denunciar la violencia sexual hecha a las mujeres en la región y la impunidad que la acompaña, Jolly recibió amenazas de muerte en 2009, junto a otras dos periodistas que formaban parte de la campaña “Desafiando el Silencio: medios contra la violencia sexual”.

Desde muy joven Kamuntu prestó su voz a una radio local del Kivu Sur. Es presidenta de la asociación de mujeres de medios del Kivu y dirige, desde 2004, Radio Maendeleo, una radio comunitaria con sede en la ciudad de Bukavu, al este de la República Democrática de Congo. Maendeleo, que significa desarrollo en suahili, es la radio de más audiencia de la provincia Kivu Sur. Ella está en el origen de un interesante proyecto de radios – clubes. Actualmente funcionan 145 grupos de personas formadas para recoger los relatos y deseos de los habitantes de esta región tan castigada por muchos años de duros conflictos armados.

Los reportajes son difundidos por radio Maendeleo para que los oyentes puedan conocer la situación difícil vivida por la gente y los habitantes de la provincia puedan expresar sus expectativas a las autoridades.

Con la radio Jolly quiere “destapar los oídos” de las mujeres y de los hombres del Kivu, liberar su corazón y su lengua para denunciar tanto dolor e injusticia como están sufriendo y poder cambiar la situación.

Actualmente, radio Maendeleo, con las Fundaciones holandesas Medio y Worldcom y LolaMora Producciones, realiza el proyecto Kivufoon. Un proyecto piloto que funciona desde 2012. “Es un sistema de alerta a través de mensajes SMS que ayuda a la radio a saber casi en tiempo real lo que ocurre en los territorios más alejados de Kivu Sur. El sistema funciona a través de un ordenador central que recibe los SMS de la enorme red de “periodistas rurales”. Los SMS enviados por teléfono tienen un código y cuando llegan a la redacción central en Bukavu se ordenan por temas gracias a ese código. Los temas que tratamos con esos SMS son siempre delicados: violación de derechos humanos, movimientos de tropas, desplazamientos, violaciones… Son temas que por un lado ponen en peligro a los periodistas rurales y que por tanto, una vez recibido el SMS en la pantalla, nosotros intentamos desde la redacción exponer lo menos posible a nuestros periodistas. Por otro lado, todos esos datos están en el sistema Kivufoon, que los ordena, hace estadísticas y nos ayuda a crear una base de datos que nos ayuda a saber cómo están ciertos temas en los territorios. Y estamos así creando una base de datos enorme sobre ciertos hechos de Kivu Sur”, explica Jolly Kamuntu, en la presentación del proyecto en Holanda el 13 de febrero de 2013. (3)

Uno de los temas que Radio Maedeleo trabaja desde hace años es la violencia sexual. También quiere trabajar en la prevención y resolución de conflictos y en la necesidad de que las mujeres participen en las iniciativas del mantenimiento y fomento de la paz.

Jolly Kamuntu ha merecido el premio Harubuntu de Comunicación por su dinamismo, su creatividad, su trabajo de promoción de la mujer a través de las ondas. Por haber sido durante muchos años “la voz de la libertad”, con la preocupación de dar la palabra a los habitantes del Kivu, para que ellos mismos puedan contar y denunciar la dura realidad que viven prácticamente desde 1996.

(1) http: www.harubuntu.com/index.php/fr/ y www.echoscommunication.org

(2) Jolly Kamuntu, la voz de la libertad en Kivu Sur, de Assanatou Baldé para Afrik.com. Artículo publicado por Fundación Sur el 12/02/2013.

(3) http://lolamora.net/index.php/cra-de-viajes-othermenu-31/item/770-lolamora-y-jolly-kamuntu-presentan-kivufoon

Autor

  • Reche, Paquita

    Nació en Chirivel (Almería). Estudió Magisterio en Almería, Licenciaturas de Pedagogía y de Filosofía, en la Complutense de Madrid.

    Llegó por primera vez a Africa en 1958 (a Argelia): después estuvo en Ruanda, Guinea Ecuatorial y desde el 1975 en Burkina Faso.

    En África trabajó como profesora en el Instituto Catequético Lumen Vitae de Butare, Profesora de enseñanza secundaria de español y filosofía; Universidad Popular (filosofia). También ha colaborado con Asociaciones de mujeres y con niños de la calle en Burkina Faso.

    Está en España desde 2004, actualmente, en Logroño. Colabora con la revista de los misioneros de África "Africana", Los Comités de Solidaridad con África Negra y con Rioja Acoge.

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