Jessie Githanga – Por el amor de los pequeños campeones: Luchando contra el cáncer infantil

22/10/2015 | Crónicas y reportajes

Su alma se cura estando con los niños

Githanga.jpgJessie Githanga es una experimentada hematóloga patóloga y profesora asociada en la Escuela de Medicina de la universidad de Nairobi, pero estos títulos importantes no son tan valiosos como su pasión por el desafío del cáncer infantil.

Los momentos terapéuticos con estos pequeños son en gran parte para asegurar que tengan acceso al tratamiento apropiado y rápido y la gestión adecuada para una enfermedad que ataca ferozmente sin pedir disculpas: cáncer infantil.

Los niños en África subsahariana tienen pocas posibilidades de que su cáncer sea detectado a tiempo y puedan recibir el tratamiento apropiado, en comparación con sus pares de los países desarrollados. Es por eso que esta mujer está liderando un grupo de profesionales de la salud en Kenia para trazar el camino a seguir.

Junto con colegas procedentes de oncología, radiología, medicina general, pediatría, especialistas en cuidados paliativos y psicología, entre otros especialistas de la salud de los hospitales públicos y privados, instituciones de investigación y foros sociales, formó recientemente un consorcio de profesionales conocido como Kenia Childhood Cancer Trust para dar a conocer la realidad del cáncer infantil.

Githanga declaró en la entrevista con EVE WOMAN que «Nuestro objetivo es mejorar la concienciación, el acceso al cuidado y tratamiento de los niños con cáncer en Kenia», dijo la profesora Githanga en una entrevista con EVE WOMAN.

Ha sido condecorada por su constante esfuerzo en la investigación y la formación. Ser reconocida como una de las MIW (mujeres más influyentes) en África en 2014 fue uno de los momentos más satisfactorios de su vida, aparte del día en que se casó con el Dr. Githanga, un cardiólogo pediátrico, y cuando nacieron sus hijos.

Y aunque no continuó para llegar a ser pediatra, está familiarizada con la patología, se especializó en la investigación de enfermedades de la sangre. Ella confiesa que esta especialidad es también agradable para la familia, permitiendo un equilibrio entre hogar y trabajo. Githanga, que es también profesora asistente clínico de la División de Enfermedades Infecciosas en la Universidad de Maryland en Baltimore, comenta que «Valoro mucho mi vida familiar y la patología y la hematología me permiten mantener un equilibrio saludable… Disfruto resolviendo enigmas y descubriendo la causa de la enfermedad / mala salud. Es muy emocionante».

La doctora Githanga llegó a ser Jefa del Departamento de Patología de la Universidad de Nairobi durante seis años, entre 2006 y 2011. Durante este tiempo en el timón, recuerda haber sentido intimidada, pero dice que creció a través de ello, manteniendo siempre sus ojos fijos en la meta. “Esta experiencia fue bastante angustiosa sobre todo cuando parecía que no bahía solución alguna y cuando las personas que deberían haber solucionado el problema fueron incapaces o no quisieron hacerlo», señaló Githanga, añadiendo que esto la hizo más resistente, mejor equipada para soportar dificultades y más fuerte para defender sus derechos.

El profesor Edward Kasili es uno de sus mentores, especialmente en hematología y oncología. Githanga le recuerda como «Una mente brillante. Un gran maestro, que lucho hasta el final para establecer la primera sala de cáncer infantil en Kenia, en el Hospital Nacional Kenyatta. Estableció el primer hospicio en Kenia y a pesar de su alto rango era extremadamente comprensivo y amable con los pacientes. El cuidado compasivo es la regla de oro para el médico”. Recuerda que «Mi difunta madre me enseñó a ser amable, gentil y atenta con todas las personas, sin importar su posición en la vida, mientras que mi padre nunca se cansó de animarme a apuntar hacia el cielo».

Sin embargo, incluso mientras se dirigía hacia los cielos, sus sueños estaban bien anclados y se realizaban incluso en tiempo de recreo «Cuando jugaba con mi hermano más joven, nos gustaba atrapar insectos y arrancando patas o alas, los envolvíamos en tela y los poníamos en una caja que servía de sala de hospital. Él sería el doctor y yo sería la enfermera”. Así recuerda los primeros pasos hacia la carrera de sus sueños. Y ya en la escuela primaria en Kilimani, y más tarde en la secundaria en Limuru, tanto para realizar su nivel “O”, así como el “A”, su mirada estaba fija en dedicarse a la salud. Esto la llevo a ingresar en la Facultad de Medicina de la Universidad de Nairobi.

Más tarde, continuó con la formación post-doctoral en la Universidad de Manitoba, Winnipeg, en Canadá, y como registradora de investigación en Hematología en el Hospital Yorkhill para niños enfermos en Glasgow, Escocia.

Jessie amplió sus sueños cuando cayó enferma «Recibí gran inspiración con el trato de médicos de familia. Eran agradables y sabios. El trato con ellos me hacían sentirme bien».

Y cuando finalmente entró en la escuela de medicina, en los años 80, conoció a sus profesores de patología, los profesores A. Kungu, E Kasili y Gatei quienes, según dice, jugaron un papel decisivo en la conformación de su carrera.

Ya en Canadá, se encontró con el Dr. Gaynor Williams, la señora Norma Christie y el Dr. Peggy Yhap y en Escocia con el Dr Myrtle Peterkin, quien la animó a continuar.

Es también coautora de un capítulo del libro titulado, “Transfusion Medicine” publicado en Carolina del Sur, en 2010, dedicado a estudios académicos conjuntos en hematología.

Sistema de valores

Githanga comenta que su familia siempre apoyó sus sueños. «Mi familia es mi fuerza y me aporta mucha felicidad. Estoy casada con un maravilloso marido que me apoya», dice del Dr. David Githanga, un cardiólogo pediátrico.

¿Cómo le gustaría ser recordada?

«Me gustaría contribuir de forma positiva a la sociedad de cualquier manera que pueda -ya sea tratando a las personas enfermas o contribuyendo a su bienestar, siendo la mejor profesora posible, o ayudando a una persona necesitada».

¿Qué hace en su tiempo libre?

Jessie y su esposo tienen dos hijos y una hija. La hija, Wanjiru, es especialista en turismo sostenible y profesora adjunta en la Universidad George Washington. Su hijo Ndiba está llevando a cabo un postgrado en psicología industrial / organizacional y Kinyanjui está cursando el bachillerato. Junto con su marido, Jessie, ha encontrado un nuevo pasatiempo en la agricultura, que, según dice, les anima a explorar nuevos caminos. También le encanta el agua. En 2012, fue miembro de un equipo de natación, que rompió el récord mundial por tener el mayor número de nadadores de 100 metros para recaudar fondos.

Joy Wanja Muraya

EVE Woman’s World

[Traducción, Jesús Esteibarlanda]

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