J. Kabila – E. Tshisekedi: diálogo insoslayable

9/03/2012 | Opinión

Tanto los observadores nacionales como los socios extranjeros del Congo consideran que para resolver la evidente crisis postelectoral es indispensable el diálogo. Se ha puesto en marcha una “diplomacia secreta” para impedir un impasse político definitivo. La pelota está en el campo de Kabila y en el de Tshisekedi, cuyo encuentro podría evitar el estrangulamiento. El primero ha sido proclamado vencedor por la CENI y la Corte Suprema y el segundo rechaza los resultados y se considera presidente de la República. Se ha constituido la Asamblea Nacional, pero los elegidos por el partido de Tshisekedi (UDPS) han recibido la amenaza de ser excluidos por el partido si toman posesión de sus escaños. Sea cual sea el veredicto de la Corte Suprema con relación a las numerosas impugnaciones, su decisión inapelable hará rechinar los dientes e influirá enormemente, negativamente, en la credibilidad y buen funcionamiento de la institución.

Es evidente que ninguna iniciativa excluyente podrá resolver los problemas y que sólo una política inclusiva podría generar esperanzas futuras. Todo el mundo, incluso la CENI, ha reconocido que las elecciones han quedado manchadas de irregularidades. Mientras el debate de clase política gira en torno a la legitimidad de las elecciones, el hecho es que el proceso político evoluciona y aunque con contestaciones se están poniendo en marcha las nuevas instituciones nacionales.

La salida a la crisis depende de la actitud del presidente Joseph Kabila y de Etienne Thsisekedi. Su acercamiento plantea, evidentemente, reales problemas, dado lo enfrentado de sus posiciones y el pulso que están librando entre ellos. Sin embargo se están elevando voces que reclaman un entendimiento inmediato de estos dos protagonistas. Sería imprescindible que miraran en una misma dirección, a pesar de sus diferencias; no se trata de que se abracen, pero sí de evitar que el país se convierta en ingobernable; algo que “haría la cama” a los enemigos de la RDC; los propugnadores del estallido de la RDC no se han desarmado, el complot para balcanizar el Congo es una realidad. Sólo el diálogo puede traer una solución duradera y evitar la amenazante implosión del país; ello exige coraje políticos por ambas partes.

En este sentido, deben aplaudirse los gestos e intentos que se han hecho para acercar a los dos pesos pesados del espacio político congoleño. El bloque occidental, por medio del embajador de Alemania, ha contactado a Etienne Thsisekedi. Los EEUU han expresado la necesidad de una política incluyente. Los Obispos congoleños han hablado con Kabila, Thsisekedi, Kamerhe y con colaboradores de Kengo. “Como pastores que vivimos en medio del pueblo, vemos que persiste un malestar general que engendra una frustración en la población y entre los actores políticos tanto de la oposición como de la mayoría. Hemos querido ponernos en contacto con los principales actores políticos para que todos nos pongamos a la escucha unos de otros a fin de ver cómo reconstruimos juntos nuestro país en la paz, en la justicia y en la verdad”, han declarado los obispos, Estos encuentros subrayan la importancia de suscitar un diálogo. El pastor Jean-Paul Moka y el antiguo presidente de Gana están también trabajando a favor del diálogo entre las fuerzas políticas.

Desde muchas instancias se habla de diálogo e “inclusividad” como elemento imprescindible para salir del callejón sin salida y del peligro de implosión. Ciertamente, surgen muchas preguntas: ¿Se trata de recuperar el diálogo inter-congoleño que tuvo lugar en 2002-2003 en Sudáfrica? ¿Qué objetivo debe fijarse en el diálogo? ¿Se va a hablar de reparto del poder y de la tarta del poder? ¿De qué tarta se trata? ¿Se trata de recuperar, por medio del diálogo, a los perdedores?

(Le Potentiel y La Prospérité de Kinshasa 08/03/2012)

Traducción y resumen de Ramón Arozarena

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