Libia ha embarcado a más de 200 migrantes, que habían sido rescatados en el mar Mediterráneo, de vuelta a Libia, el día 7 de mayo, como parte de las fuertes medidas tomadas por Roma contra la inmigración ilegal.
El comandante de la policía de la pequeña isla siciliana de Lampedusa ha declarado que se ha enviado de vuelta a Libia a 227 migrantes, a bordo de dos barcos de guardacostas y otro de la policía.
“Algunos de los migrantes sufrían síntomas, probablemente causados por el cansancio y el frío”, pero ninguno de ellos tenía serios problemas de salud”, declaró.
Italia se enfrenta a los migrantes clandestinos que parten hacia Europa desde las costas de Libia, en los barcos de los contrabandistas.
El ministro de Interior de Italia, Roberto Maroni, ha alabado a aceptación por parte de Libia de los migrantes, como un posible “momento decisivo” en las medidas severas que Italia está tomando contra la inmigración ilegal.
El día 6 de mayo Italia y Malta saltaron a los medios por su última discusión sin salida sobre cuál de las dos naciones debe acoger a los migrantes que llegan en barcos.
Las autoridades de Sicilia recibieron dos llamadas desde un teléfono móvil por satélite desde la embarcación de los contrabandistas pidiendo ayuda, pero transmitió la llamada de socorro a Malta. Los malteses entonces conectaron con el barco más cercano, que resultó ser un buque cisterna italiano.
El mes pasado, una escena similar se produjo entre los dos países, que se enzarzaron en una disputa en punto muerto que duró cuatro días, sobre cuál de los dos países debía hacerse cargo de un barco turco que había rescatado a 140 migrantes del mar, cerca de las aguas de Lampedrusa.
Malta insistía en que el barco llevase a esos migrantes a Lampedusa porque ese era el puerto más cercano, mientras que Italia respondía que Malta debería aceptarles porque el barco estaba en la zona de búsqueda y rescate de Malta.
Finalmente, Italia admitió a los migrantes, “por razones humanitarias”.
(News 24, Suráfrica, 08-05-09)