El gabinete de Israel decidió por unanimidad acoger al último grupo de ‘falasha mura’ –unos 9.000 etíopes descendientes de judíos no practicantes o convertidos al cristianismo bajo presión de los misioneros en los siglos XIX y XX– permitiéndoles emigrar en el plazo de los próximos cinco años. La decisión pone fin a una década de debate sobre si permitir o no la inmigración y que se asienten en el estado de Israel. Durante ese tiempo han estado viviendo en campos de tránsito, y de todos modos, su aceptación dependerá de un proceso de conversión efectivo al judaísmo, dijo el ministro del Interior.
La Ley del Retorno permite a los judíos reivindicar la ciudadanía y residir en Israel. Los primeros judíos etíopes fueron trasladados a Israel gracias a dos puentes aéreos organizados en los años ochenta y noventa, luego de un pronunciamiento rabínico que estableció que los ‘Beta Israel’ (judíos etíopes) eran descendientes de la tribu bíblica de Dan.
Actualmente viven en Israel unos 135.000 judíos etíopes. Su proceso de integración en la sociedad no es fácil. Muchos de ellos viven en condiciones de extrema pobreza y acusan a las autoridades de discriminarlos. Las familias etíopes ganan el 35% menos del promedio nacional y sólo la mitad de sus hijos logra obtener un diploma de escuela superior, comparado con el 63% del resto de la población.
Misna
[Fundación Sur]