En la madrugada del pasado domingo un grupo de al menos ocho militares irrumpió en la cadena estatal de televisión de Benín proclamando que habían derrocado al presidente de país, Patrice Talon, instaurando así una Junta militar encabezada por el coronel Tigri Pascar. Los golpistas afirmaron haber tomado el poder en representación del autodenominado Comité Militar para la Refundación y con ello disolvían las instituciones nacionales, cerraban las fronteras y suspendían la constitución.
Este intento de toma del poder lo llevaron a cabo bajo el argumento de que la población del norte del país está desatendida y ellos se comprometían a «dar al pueblo beninés la esperanza de una era verdaderamente nueva, donde prevalezcan la fraternidad, la justicia y el trabajo».
No obstante, las fuerzas leales al Gobierno reaccionaron rápidamente. Además, contaron con apoyo aéreo y terrestre enviado por Nigeria bajo solicitud de Benín. Así, lograron retomar el control, reconquistaron la sede de la televisión estatal y otros puntos estratégicos, e impidieron que los golpistas consolidaran su poder. Al final del día, al menos 14 militares había sido detenidos y dos militares que habían sido tomados como rehenes por los golpistas fueron liberados. El presidente Talon compareció por televisión para declarar que la situación estaba «completamente bajo control», que la vida de los benineses podía volver a la normalidad y prometer que los responsables serían castigados.
La comunidad internacional y africana ha condenado el golpe militar y apoyado los esfuerzos de las autoridades por preservar el orden constitucional del país.
Fuente: Daily Nation
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