La policía de Malaui uso gas lacrimógeno para dispersar a grupos de padres furiosos que acusaban a un hombre de negocios de hechizar a sus hijos. El grupo había destrozado las propiedades del hombre de negocios el pasado lunes, y ante el peligro de una agresión física, la policía tuvo que intervenir para mantener la paz.
El representante de la policía, Edna Mzingwitsa, informó que los padres acusaron al vendedor después de que sus hijos dijeran haberlo visto en sus sueños. Los niños presuntamente actuaban como si tuvieran «problemas mentales».
Según un informe del año pasado siete personas en el distrito sureño Nsanje fueron quemadas vivas y asesinadas por tener huesos humanos para usarlos en la brujería.
Fuente: News24
[Traducción y edición, Fernando Martín]
[Fundación Sur]
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