Es evidente que actualmente África se caracteriza por dos grandes fenómenos de alcance continental: la integración de los mercados y el proceso de urbanización. En fechas recientes, salió a la luz un informe de la Comisión Económica para África de Naciones Unidas, que, por tratar estos relevantes asuntos, es merecedor de atención.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que la mayoría de los bienes comercializables de mayor valor añadido son producidos y consumidos en las ciudades. Muchas de las actividades comerciales de ámbito regional (es decir, de varios países), que son claves para el crecimiento urbano, se verán desarrolladas con el proceso de integración.
En segundo lugar, las ciudades africanas están experimentando una rápida expansión y son un efectivo motor de desarrollo. De hecho, urbanización y niveles de renta están altamente correlacionadas, aunque la renta podría incrementarse todavía más con una mayor inversión en infraestructuras urbanas y una más fuerte intensidad de creación de empleos productivos.
En tercer lugar, el proceso de integración económica se ha visto impulsado por el lanzamiento del Acuerdo del Área Continental Africana de Libre Comercio en el año 2021, lo que previsiblemente aumentará de modo considerable el comercio, la producción y el empleo en la región. Adviértase que los beneficios económicos del comercio son resultado de las exportaciones e importaciones de carácter intrarregional y de las reducciones de las barreras tarifarias, que pueden facilitar los flujos comerciales entre países africanos. Asimismo, la proporción de bienes manufactureros en el comercio regional es mucho mayor que la correspondiente en el comercio con el resto del mundo, lo que favorece la diversificación productiva y la industrialización de las economías africanas.
En cuarto lugar, la integración comercial regional puede mejorar el bienestar de los africanos por la mayor conexión de las ciudades vía exportaciones e importaciones, el aumento del acceso a una mayor variedad de bienes, servicios e insumos intermedios más baratos y a mayores niveles de consumo. Ese mismo proceso de integración reforzará el sistema de ciudades, elevando la importancia de los centros urbanos intermedios, conectando los productores rurales a los mercados urbanos de sus productos y potenciando las ciudades de ámbito regional. Por tanto, las ciudades africanas podrán obtener beneficios del Acuerdo de Integración por las vías de la producción de mayores volúmenes de exportación y del consumo de productos importados a menor coste.
En consecuencia, debería acompañarse el proceso de integración africano con esquemas de ordenación del territorio basados en articular corredores transnacionales de comunicación entre las principales capitales, integrar las ciudades medias en cadenas regionales de valor y conectar las áreas rurales a los centros urbanos de proximidad.
José María Mella Marques
[CIDAF-UCM]