La vida de cada ser humano y de cada pueblo necesita constantemente nueva luz, entusiasmo, renovada creatividad y energía, nueva inspiración y profunda solidaridad, para encontrar pleno sentido y felicidad en sus relaciones y tareas diarias.
Se requiere una actitud despierta y positiva para descubrir lo bueno y lo bello en la vida, en los acontecimientos y en las relaciones sociales.
También se necesitan mentes, corazones y compromisos bien integrados y consecuentes, como los encontramos en tantas personalidades excepcionales: Nelson Mandela, Desmond Tutu, Matayo Rukwiya, médico que dio su vida por salvar a los enfermos de Ebola en Uganda, Victoire Ingabire, líder de la oposición que sigue encarcelada en Ruanda por defender los Derechos Humanos de sus compatriotas oprimidos, junto con tantos héroes y heroínas que nos inspiran diariamente.
Sin duda alguna, a juzgar por el impacto social que causa, otra personalidad que sigue inspirando a las sociedades más diversas y líderes de todo el mundo, es el papa Francisco.
Su última visita, contactos y discursos en foros muy diversos, especialmente sus intervenciones ante el Congreso y Senado de los EEUU, así como ante los representantes globales de la ONU, merecen especial atención.
Extractos del Discurso al Congreso de los EEUU (aplaudido 37 veces por los presentes).
“Ustedes son el rostro de su pueblo, sus representantes. Y están llamados a defender y custodiar la dignidad de sus conciudadanos en la búsqueda constante y exigente del bien común, pues este es el principal desvelo de la política”…”La actividad legislativa siempre está basada en la atención al pueblo. A eso han sido invitados, llamados, convocados por las urnas.”
“Combatir la violencia perpetrada bajo el nombre de una religión, una ideología, o un sistema económico y al mismo tiempo proteger la libertad de las religiones, de la ideas, de las personas, requiere un delicado equilibrio en el que tenemos que trabajar… como nos inspiran cuatro líderes de este país: Abraham Lincoln, el defensor de la libertad, Martin Luther King, con su sueño de plenos derechos civiles y políticos para los afro-americanos, Dorothy Day, con su pasión y compromiso por la justicia social, y Tomas Merton, el hombre del diálogo intercultural y de la reconciliación.”
“Recordemos la regla de oro: Hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes”.
“Ahora es tiempo de acciones valientes y de estrategias para implementar una cultura del cuidado de la naturaleza, y una aproximación integral para combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los excluidos.”
“Me gustaría que este espíritu del pueblo americano crezca, para que los jóvenes puedan heredar y vivir en una tierra que ha permitido a muchos soñar.
Que Dios bendiga a América”.
