Lo que está aconteciendo en la provincia de Kivu Norte borra de un plumazo las declaraciones que últimamente han hecho las autoridades competentes, particularmente el ministro de Defensa Mwando Nsimba, retomadas por la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización en la República Democrática del Congo (MONUSCO) y según las cuales el fenómeno FDLR estaba controlado. Contradiciendo estas declaraciones triunfalistas, los rebeldes de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) están en boca de todos estos últimos días. Frente al recrudecimiento de esta inseguridad en el Este de la RDC, especialmente en Kivu Norte, la sociedad civil de esta provincia opina que las distintas operaciones militares realizadas contra las fuerzas negativas, sobre todo las FDLR y la ADF-Nalu, han sido un fracaso. En un comunicado difundido el lunes 9 de mayo en Goma, la sociedad civil de Kivu del Norte llama a la Comunidad Internacional a implicarse en la aniquilación de estos movimientos armados.
La sociedad civil de Kivu Norte considera que hay que replantearse las estrategias de acción contra las FDLR y otros grupos rebeldes extranjeros que actúan en territorio congoleño. Estas estrategias deben ser globales y encaminarse hacia la repatriación a sus países de origen de esos rebeldes y otros refugiados de los Estados de la región de los Grandes Lagos.
“Hemos declarado que la Comunidad Internacional debe hoy responsabilizarse, porque es esta misma Comunidad Internacional la que en 1994, mediante la operación “Turquesa”, solicitó al gobierno zaireño de entonces que acogiese a todo un pueblo con su gobierno y su ejército”, recalcó Jason Luneno, presidente de la sociedad civil de Kivu Norte.
Sin resultados deseados
Las operaciones dirigidas contra las FDLR no han producido los resultados deseados, y las dirigidas contra las ADF-Nalu tampoco. Ahora hay que hacer una pausa, revisar las estrategias de acción y establecer mecanismos susceptibles de permitir a las FDLR, a los refugiados congoleños, a los rebeldes de la ADF-Nalu y otros refugiados ugandeses regresar a sus países de origen. Es la condición para que “podamos comenzar a trabajar en la reconstrucción de nuestro país”, concluyó Jason Luneno.
La declaración de la sociedad civil de Kivu Norte se produce unos días después del atentado criminal del que fue víctima en Katwiguru la comitiva de Léonard Mashako Mamba, ministro de Enseñanza Superior y Universitaria (ESU), camino de Rutshuru, a donde iba a afiliarse, procedente de Goma. Aunque Mashako Mamba escapó por los pelos de morir tras haber sido despojado de todas sus pertenencias, su chófer y su guardaespaldas fueron asesinados allí mismo.
Hoy, el ministro de ESU que antes de este atentado estaba lejos de ser consciente de la situación de inseguridad en la que vive la población civil de esta parte de la República, aboga por que se fortalezca la seguridad en todo el conjunto del territorio de la RDC.
“El problema de la seguridad debe interpelar a todo el mundo, las autoridades deben movilizarse y redoblar los esfuerzos ya realizados con la finalidad de proteger mejor las poblaciones y garantizarles la seguridad en todos los rincones del país”, ha declarado Léonard Mashako Mamba. Hizo estas declaraciones el domingo 8 de mayo ante la prensa en Goma, al día siguiente del atentado perpetrado contra su comitiva por los combatientes ruandeses de las Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda (FDLR). El atentado tuvo lugar en Katwiguru el sábado, a unos veinte kilómetros de la capital de la provincia de Rutshuru, al norte de Goma.
“Lo que hemos vivido es lo que vive cotidianamente la población”, deploró Mashako Mamba. A modo de conclusión, Mashako Mamba no dudó en reconocer que hay un problema de inseguridad persistente en Kivu Norte.
Aprovechando la ocasión, el ministro Mashako recordó las circunstancias del atentado. “Llegamos a las cuatro a Katwiguru. Y fue ahí donde vimos que la carretera estaba cortada, unos hombres surgieron de la maleza y comenzaron a disparar sin previo aviso. Hubo dos muertos, el policía y el chófer, y tres heridos leves que ya han salido del hospital.” Explicó que los asaltantes les dieron instrucciones en swahili mientras que entre ellos se comunicaban en kinyarwanda. “Por lo tanto, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que eran miembros de las FDLR”, concluyó.
Ataques repetidos
La situación de persistente inseguridad en Kivu del Norte es la suerte cotidiana de la población civil. Los ataques atribuidos a las FDLR son incontables. A principios de este mes se comunicó otro ataque de estos rebeldes en Kiwanja. Unos hombres armados que se identificaron como miembros de la FDLR han atacado el miércoles 4 de mayo por la tarde la ciudad de Kiwanja, en la provincia de Rutshuru, más de 70 kilómetros al norte de Goma, en Kivu Norte. Durante el ataque hubo varios heridos entre los habitantes de la ciudad y se saquearon varias tiendas.
Los asaltantes vinieron del lado de Katemba, al oeste de Kiwanja, y asaltaron la ciudad a la altura de la rotonda sobre las 7 de la tarde hora local. Tras el saqueo, los asaltantes se toparon cara a cara con una patrulla de las FARDC. Este inoportuno encuentro provocó un intercambio de disparos entre las FARDC y los rebeldes de las FDLR que duró unos cuarenta minutos durante los cuales murió un soldado del ejército congoleño y dos civiles resultaron heridos.
Para los dirigentes de las FARDC que se encontraban en el lugar, este ataque no fue más que una operación de represalias de las FDLR tras las “graves pérdidas” que padecieron durante una ofensiva lanzada contra ellos por las FARDC. Amani Leo, el portavoz de la operación, afirmó que doce miembros de las FDLR han muerto durante una ofensiva lanzada ese mismo miércoles en el marco de una operación conjunta FARDC-MONUSCO, denominada “Jua Mupia”, destinada a desmantelar a los rebeldes hutu ruandeses al oeste de Kiwanja. Uno de los asaltantes fue tomado como rehén.
En el mes de febrero, guardas rurales del Instituto Congoleño para la Conservación de la Naturaleza (ICCN) fueron atacados por hombres armados. Un vehículo que transportaba guardas rurales cayó en una emboscada de hombres armados no identificados en Kitoboko, a dos kilómetros de Kiwanja y a 75 kilómetros al norte de Goma, en la provincia de Rutshuru. El ataque se saldó con un muerto, un guarda rural, y dos heridos, el chófer del vehículo y su escolta.
El vehículo atacado provenía de Rwindi y se dirigía a Rumangabo. Llevaba a bordo a ocho guardas rurales del ICCN que venían de entregar las raciones destinadas a colegas de la base de Rwindi.
Los asaltantes robaron teléfonos, ordenadores portátiles así como el dinero de los ocupantes del vehículo antes de desaparecer en el bosque. A pesar de estar herido, el chófer consiguió llegar a la ciudad de Kiwanja con un vehículo cuyos neumáticos estaban dañados por las balas.
Este ataque es el segundo ataque armado que padecen los guardas rurales del ICCN desde el pasado mes de enero. El primero les costó la vida a tres de ellos y a cinco soldados de las FARDC en Mabenga, siempre en la misma provincia.
En el transcurso del mes de febrero, un miembro de una delegación de Soco, la filial congoleña de una firma petrolera británica, fue tomado como rehén por las FDLR durante un ataque acontecido en el parque nacional de las Virunga a la altura de la localidad de Katwigugu, a unos veinte kilómetros del centro de Rutshuru en Kivu del Norte.
El vehículo transportaba los miembros de la delegación, dos surafricanos escoltados por cinco soldados de las FARDC, antes de caer en una emboscada tendida por hombres armados identificados como miembros de las FDLR-Soki. Los militares congoleños de la escolta y un miembro de la delegación tuvieron que escapar, dejando en manos de los asaltantes al otro surafricano, Peter Kock.
Los dirigentes de las FDLR-Soki condicionaron la liberación de Peter Kock a la liberación de sus hombres, detenidos en los calabozos de las FARDC en Rutshuru y Goma. [El surafricano fue puesto en libertad dos días más tarde]
La situación de inseguridad en Kivu Norte, caracterizada sobre todo por ataques mortales llevados a cabo por grupos armados como las FDLR, FDLR-Soki y ADF-Nalu, es tal que las autoridades deben implicarse profundamente en la búsqueda de la solución de este problema que ya dura demasiado y que produce consecuentemente demasiadas víctimas entra la población civil.
Kléber Kungu
Publicado en “Observateur” de la RDC, el 11 de mayo de 2011.
Traducido para Fundación Sur por Juan Carlos Figueira Iglesias.
