El ejército ruandés reportó el pasado martes 16 de enero la “neutralización” de un comando de la República Democrática del Congo (RDC) después de que este violase el paso fronterizo. Un soldado congoleño resultó muerto y otros dos fueron apresados.
Este incidente se produce en un contexto de tensión, mientras una ola de violencia y criminalidad sacude la ciudad fronteriza de Goma, en la RDC. Las Fuerzas de Defensa Ruandesas (RDF) declararon: «Los soldados de las FARDC llevaban un fusil AK-47, cuatro cargadores con 105 cartuchos, un chaleco protector y bolsitas de cannabis«. Añadieron además que el soldado fue abatido al abrir fuego, sin que se registraran heridos en el lado ruandés.
La región oriental de la RDC lleva años asolada por un conflicto en el que participan grupos rebeldes como el M23, firmemente apoyados por Ruanda, que se ha hecho con el control de amplias zonas desde que lanzaron una ofensiva a finales de 2021. El gobierno de la RDC, junto con naciones occidentales como Estados Unidos y Francia, sostiene que Ruanda apoya directamente a los rebeldes del M23. Ruanda niega tales acusaciones.
En noviembre de 2022, a petición de las autoridades congoleñas, se desplegaron tropas de la Comunidad de África Oriental (CAO) para liberar los territorios tomados por los rebeldes del M23. Sin embargo, Kinshasa se negó a prorrogar su mandato, lo que condujo a una retirada escalonada en diciembre debido a las acusaciones vertidas por el presidente de la República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi, de que la fuerza multinacional estaba colaborando con los rebeldes en lugar de desarmarlos. Además, la RDC ha pedido la retirada completa de las fuerzas de paz de la ONU, ya que las considera “ineficaces” a la hora de proteger a los civiles de los grupos armados y las milicias que asolan la región desde hace décadas.
Fuente: The East African – Imagen de Cuerpo: Wikimedia Commons
[Traducción y edición, Gabriel Castro]
[CIDAF-UCM]