Las autoridades sudafricanas han incautado 342 kilos de huesos de león en el aeropuerto de Johannesburgo, productos apreciados en Asia por sus supuestos valores medicinales y por su valor en la producción de joyería. Tres personas han sido arrestadas según la información proporcionado por el Ministerio de Medio Ambiente sudafricano.
Cuando se inspeccionó el cargamento, se descubrieron 12 cajas de huesos de león envueltos en papel de aluminio y con un peso de 342 kg, declaró el Ministerio. La nacionalidad de los detenidos es, todavía, desconocida. El portavoz de la institución, Albi Modise, declaró que, pese a que la exportación de huesos de león criados en cautiverio es legal, se precisa de un permiso especial para poder distribuirlos que, al parecer, no poseían.
El país sudafricano alberga casi 12.000 leones, de los cuales un total de 3.000 aproximadamente se encuentran en parques nacionales donde su caza está prohibida.
Actualmente, Singapore Airlines es la única aerolínea que transporta huesos de león de Sudáfrica a Asia y, en septiembre de 2018, anunció que dejaría de llevar a cabo esta práctica de manera progresiva.
La excepción del león africano y su comercialización
La compra o venta de productos emanados de los grandes felinos está completamente prohibida, a excepción del león africano que, si ha sido criado en cautiverio en Sudáfrica, sus osamentas, incluidos los dientes o garras, pueden ser comercializadas en cualquier parte del mundo. En este sentido, el principal importador de estos productos es el continente asiático, donde el comercio de los huesos de león conforma un negocio de lujo que resulta ser cada vez más popular.
En 2016, el Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre (FWS) prohibió las importaciones de trofeos de leones criados en cautiverio. Para muchos criadores de leones en Sudáfrica, las exportaciones de osamentas eran una manera evidente de compensar los negocios perdidos.
Antes de dicha prohibición, los centros de crianza y caza de Sudáfrica contaban con casi 8.500 leones criados en cautiverio. La gran mayoría de ellos se destinaban a un uso de caza planeada, es decir, el animal de cautiverio, en muchas ocasiones dócil, es puesto en libertad en un campo de caza cerrado y controlado para que un cazador lo cace. De acuerdo con el FWS, las cazas enlatadas de Sudáfrica no cumplen con los criterios básicos de cría en cautiverio, hecho fuertemente criticado contra las autoridades sudafricanas encargadas de velar por el cumplimiento de esas normas.
En EEUU se prohibió la importación de estos ‘trofeos’ de caza, realizando una serie de cambios de políticas que han afectado al sector sudafricano de crianza de leones. Según T Sas- Rolfes y Vivienne Williams, quienes realizaron una encuesta a 117 centros de cría o cuidado de leones que organizaban las cazas de leones cautivos, tras la política de prohibición estadounidense, los precios de los leones vivos bajaron hasta en un 50%. Además, más del 80% de los encuestados dijeron que la prohibición había afectado sus negocios, y muchos informaron que despidieron a miembros de su personal y mataron a los leones.
Actualmente, los huesos de hembras ahora se venden, en promedio, en 3.100 dólares, y las de machos en 3.700 dólares. Las exportaciones de osamentas aumentaron más del doble en el año posterior a la prohibición de trofeos de Estados Unidos, de 800 a 1?800 leones.
Desde entonces, las exportaciones de osamentas han alcanzado un límite. A finales de 2016, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres exigió que Sudáfrica estableciera una cuota anual de exportaciones para las partes de leones criados en cautiverio. En 2017, las autoridades establecieron una cuota de 800 osamentas; posteriormente aumentaron la cifra el año pasado a 1?500, pero regresaron a las 800 osamentas después de recibir protestas.
Pese que al comercio de este producto está, teóricamente, en declive por parte de las autoridades pertinentes y una mayor concienciación sobre el respeto y cuidado de la fauna, las continuas protestas y exigencias de los compradores está dando lugar a la comercialización de este tipo de productos mediante los mercados ilegales, nuevamente con Asia y especialmente China, como lugar de destino por excelencia.
[Traducción y edición, E. Aráez Sampere]
[Fundación Sur]
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