Human Rights Watch ha acusado a las fuerzas de seguridad camerunesas de matar al menos a cuatro civiles y violar a una mujer a mediados de junio durante las operaciones en la región noroccidental del Camerún.
Entre los muertos había un anciano con una discapacidad física y un joven con una discapacidad mental, señaló Human Rights Watch.
«Estos últimos crímenes se suman a una larga serie de abusos cometidos por las fuerzas de seguridad camerunesas», afirmó Lewis Mudge, director para África Central de Human Rights Watch. «En lugar de ver que se hace justicia, las autoridades camerunesas niegan que sus fuerzas estén matando y violando a personas, por lo que es esencial recordarles que el mundo está observando».
Human Rights Watch, que no tiene permitido acceder a Camerún desde el 12 de abril, dijo que había entrevistado a testigos, familiares de víctimas y personal médico que testificaron sobre atrocidades militares.
Human Rights Watch en un informe reciente informó que «En el barrio de Alachu de la ciudad de Bamenda, el 10 de julio, soldados de la Fuerza Aérea de Camerún, que se encuentra en las cercanías, mataron a Nche Otaghie, un hombre de 20 años con discapacidad mental, y a Godlove Neba, un trabajador de la construcción, durante las operaciones de seguridad. Fru Benego, un hombre de 80 años, también fue asesinado ese día por una bala perdida durante los enfrentamientos entre los soldados y los separatistas armados».
En los últimos tres años, las regiones anglófonas de Camerún se han visto envueltas en un ciclo de violencia mortal que se ha cobrado 2.000 vidas y ha provocado el desplazamiento de casi medio millón de personas de sus hogares.
Los asesinatos ilegales y el uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas gubernamentales durante las operaciones de seguridad han representado el comportamiento habitual desde que comenzase la crisis. Human Rights Watch ha documentado extensas quemas de aldeas por parte de miembros de las fuerzas de seguridad entre 2017 y 2019, tanto en las regiones noroccidental como sudoccidental, así como asesinatos de civiles y violencia sexual.
Fuente: Human Rights Watch
[Traducción y edición: Álvaro García López]
[Fundación Sur]
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