Los soldados llegaron al amanecer a la casa de Fulgence Rukundo en un pueblo del oeste de Ruanda y lo acusaron de robar una vaca.
Colocaron la carcasa de la vaca muerta alrededor de sus hombros y colocaron la cabeza del animal sobre la suya antes de llevarlo a una plantación de plátanos y matarle de un disparo según testigos citados en un informe de Human Rights Watch sobre asesinatos extrajudiciales.
Una investigación del grupo de derechos humanos alega que las fuerzas de seguridad ruandesas ejecutaron al menos a 37 presuntos delincuentes menores, incluyendo a Rukundo, en lugar de procesarlos. Otros cuatro han desaparecido supuestamente.
El gobierno ruandés rechazó las solicitudes de la AFP de comentar el informe publicado un día antes del inicio de la campaña electoral para las elecciones del 4 de agosto en las que se espera que el actual presidente Paul Kagame gane un tercer mandato.
Según HRW, la oleada de asesinatos extrajudiciales documentados ocurrió entre julio de 2016 y marzo de 2017 en el oeste de Ruanda y parecía formar parte de una estrategia oficial para «difundir el miedo, hacer cumplir el orden y disuadir cualquier resistencia a las órdenes o políticas gubernamentales».
Nuevas Ordenes
«En la mayoría de los casos documentados por Human Rights Watch, las autoridades militares y civiles locales dijeron a los residentes después de la ejecución, a menudo durante las reuniones públicas, que estaban siguiendo» nuevas órdenes «o una» nueva ley «declarando que todos los ladrones y otros criminales de la región serían arrestados y ejecutados «, dice el informe.
Según HRW.a pesar de haber ocurrido frente a múltiples testigos, los asesinatos no han sido discutidos en Ruanda, donde los medios de comunicación han sido amordazados y los grupos locales de derechos humanos temen hablar,
Después de ser sacado de su casa, Rukundo primero fue llevado a una reunión pública, con centenares de aldeanos que seguían el espeluznante, espectáculo en donde el alcalde lo acusó de robar la vaca.
«Todos los ladrones deben ser matados «, dijo el alcalde, de acuerdo con un testigo en la reunión, antes de firmar un papel junto con los soldados que luego lo llevaron y le dispararon, dice el informe.
Un residente del distrito de Rubavu dijo a HRW que las advertencias se daban en reuniones regulares de la comunidad, una parte importante de la vida de la aldea en Ruanda.
«En 2016, las autoridades comenzaron a decir cosas en reuniones como, ‘Vamos a matar a la gente que capturamos robando'», dice el informe citando al testigo.
Otros asesinados sin juicio fueron acusados ??de robar plátanos, caña de azúcar o una motocicleta.
Según el informe, basado en 119 entrevistas con miembros de la familia, testigos, funcionarios y otros, al menos 11 hombres murieron por usar redes ilegales mientras pescaban en el lago Kivu en Rubavu.
Familias silenciadas por el miedo
HRW también documentó el caso de dos hombres que fueron asesinados por civiles después de ser alentados a hacerlo por las autoridades locales.
Los miembros de la familia quedaron aterrorizados y les advirtieron que guardaran silencio.
Una viuda, llevada al cuerpo de su esposo después de estar en el bosque, dijo: «Los soldados nos dijeron que no estuviéramos tristes y no lloráramos, y dijeron que si nos atrevíamos a llorar, correríamos el riesgo de ser fusilados».
Otro testigo de los asesinatos dijo a HRW: «No tenemos derecho a la libertad de expresión, si hablamos de esto, terminaremos en la cárcel o desapareceremos».
Fuente : Daily Nation Kenya
[Fundación Sur]
– Endurecen gravemente las condiciones de prisión de la opositora ruandesa Victoire Ingabire
– Crónica política de Ruanda, 2014-2015, Por Filip Reyntjens
