Según fuentes locales, hombres armados transportados en motocicletas mataron a tiros a 22 personas, la mayoría de ellas estaban asistiendo a una ceremonia musulmana de iniciación, en un ataque contra una aldea en el oeste de Níger.
Según un residente, 15 personas fueron asesinadas en la ceremonia en la región de Tillabéri, fronteriza con Malí y Burkina Faso, antes de que los asesinos se trasladasen a otro lugar y matasen a otras siete.
El gobierno militar de Níger ha luchado por contener la violencia yihadista en la región, perpetrada por grupos vinculados a Al Qaeda y el Estado Islámico.
La semana pasada, Human Rights Watch afirmó que los grupos yihadistas habían incrementado los ataques en el país desde marzo, asesinando sumariamente a más de 127 aldeanos. Decenas de casas fueron saqueadas e incendiadas durante el mismo período, según la organización. La organización internacional culpó a las autoridades por no responder adecuadamente a los avisos de posibles ataques y de ignorar las llamadas de auxilio de los aldeanos.
El pasado 10 de setiembre, 14 soldados nigerinos murieron en una emboscada en la región de Tillabéri, una cifra que el ejército confirmó en su boletín semanal del 13 de setiembre. El ejército informó que una de sus unidades se desplegó en la región tras recibir informes de un robo de ganado por parte de hombres armados, pero que la operación resultó ser una emboscada.
A menudo es difícil verificar de forma independiente el número real de víctimas en estos ataques, debido a las restricciones de acceso y al temor de represalias entre los testigos y los medios de comunicación locales.
Níger ha estado bajo gobierno militar desde 2023, cuando el general Abdourahmane Tchiani depuso mediante un golpe de Estado a Mohamed Bazoum, presidente electo del país.
Burkina Faso y Malí, países vecinos que luchan contra la misma insurgencia yihadista, también están gobernados por líderes militares surgidos de diferentes golpes de Estado justificados en mejorar la lucha contra el terrorismo, pero han tenido dificultades similares o mayores para contener el problema.
Los tres países, que han conformado la Alianza de estados del Sahel (AES), han expulsado a las fuerzas francesas y estadounidenses que anteriormente estaban muy involucradas en la lucha contra los yihadistas que operan en la región del Sahel. Además de reducir sus vínculos con Occidente, desde entonces los tres países han recurriendo a Rusia para sus necesidades de seguridad. Sin embargo, la violencia ha continuado o se ha incrementado.
Fuente: Africa News
[Traducción y edición, Jesús Zubiría]
[CIDAF-UCM]


