Historias de la Histeria, por Félix Pérez Ruiz de Valbuena

20/03/2012 | Bitácora africana

Lo de la histeria es una historia muy mala, aunque como enfermedad tampoco es que sea la más mala de la muerte.

Dice la Wikipedia que la palabra viene del griego, ??????, útero. Con eso ya está dicho casi todo, parece que tradicionalmente era una enfermedad femenina y si leéis lo que pone en la Wikipedia sobre los tratamientos, más bien tocamientos, que recibían las pacientes por parte de los médicos para calmarles los ataques de histeria, alucinas.

Dicen que ya no se realiza este ‘protocolo’ médico de manera generalizada, pero no me cabe duda que seguirá siendo usado cuando el caso lo requiera y la paciente lo demande.

Lo que pasa es que con esto del secreto profesional estas son cosas que no se comentan normalmente, salvo en congresos médicos o así, como pasa con los sacerdotes.

Bueno no quiero que mis lectoras, que doblan a los lectores, 2 a 1, vayan a pensar que soy machista (paso con nota la mayoría de las 57 pautas que aparecen en fronterad) o me he vuelto misógino.

Que tengo varias amigas (y algún amigo psicólogo) que juran por Mafalda (¡feliz cumpleaños!) que soy un histérico de manual, aunque no me den espasmos, ni convulsiones, todo lo más retortijones cuando me pongo ciego a comer.

De hecho estos exhibicionismos de escribir un blog como éste, son un síntoma más…

Así que, un por favor, no se me malinterprete.

Según cuentan en la Wikipedia, estas cosas, los ataques de histeria, son frecuentes en poblaciones femeninas y más en situaciones de estrés.

Dice, también, que durante más de 1.000 años y hasta finales del siglo XIX los médicos lo solucionaban con masajes en el clítoris de las pacientes hasta que alcanzaban el orgasmo y se quedaban relajadas, como más a gustito.

Pero llegó a darse una ‘epidemia’ de histeria que llegó a cansar al colectivo de galenos y les impulsó a encontrar soluciones técnicas para la aplicación del tratamiento: gracias a eso se inventaron los vibradores y consoladores.

Las bolas chinas creo que aparecieron en Occidente más tarde con la llegada del comercio chino de menudeo a gran escala, los TODO A CIEN.

Está desmentido, comprobado, que se introdujeran en Europa por Marco Polo, junto con la pasta, los helados, los fuegos artificiales, las Fallas de Valencia o su famoso Licor.

Bueno, pues lo que en Europa llamamos ataques de histeria aquí son ataques de genios.

No me refiero a que a las histéricas se les ponga un genio horrible y mal carácter, sino que se les mete dentro un genio, tipo Aladino pero en mas pequeño y sin conceder deseos, o sea como más en negro y africano.

En todo caso no son genios bonachones ni que concedan deseos, ni siquiera que apaguen los deseos y las calenturas…, o sí, que tradicionalmente estas cosas han sido usadas por los brujos o marabouts para hacer que los genios poseyeran a las mujeres, por su mediación, cuando acudían a ‘consulta’.

Al final los tratamientos a aplicar son casi universales.

No hace muchas semanas pude comprobar otro ataque de histeria en las urgencias del hospital de Ouahigouya cuando fuimos a llevar a Aïcha con una fuerte bajada de tensión. Tenían sujeta a la muchacha entre varios bomberos para que no se hiciera daño, hasta que al cabo de una hora se calmó y pudo volver a su casa. Supongo que en África, con lo duro que es todo esto, se dan más las condiciones para histerias individuales y/o colectivas.

Bueno, a lo que vamos, que no llegamos.

Noticia de mediados de enero, pero de casi todos los días:

LOS GENIOS EN CÓLERA (en Pô)

Cuenta la noticia que este curso escolar ha comenzado mal para las alumnas del Colegio Nuestra Señora de Fátima y Educación Sin Fronteras, en PÔ, ciudad situada al sur de Burkina Faso.

Sobre todo en las clases de 6º, 5º y 4º (entre los 12 y los 18, más o menos, que se repite mucho), con crisis con convulsiones, delirios, gritos y desvanecimientos.

Y detrás de todo esto están los genios que están descontentos con cómo les han tratado últimamente, que se han hecho obras sin su permiso ( no tengo ni idea de si hay una Dirección General de Genios que firma los permisos o son de palabra para las obras): un puente, varias construcciones en el colegio y sobre todo un muro, que les ha perturbado.

¿Perturbado el sueño? Sabido es que duermen de día y vagan de noche, pero…

¿Es por el ruido de las obras o de la hormigonera?

¿El muro les corta el paso y tienen que dar un rodeo…?

Así que se han puesto a ‘atacar’ a las niñas del colegio para mostrar su descontento.

Exigen una pronta reparación en forma de sacrificio: un buey, un cordero y algún otro material complementario. Ya podéis imaginar quién se come las ofrendas…

Y, ¡ojito!, que como tarden mucho, escribe el corresponsal, los genios han amenazado con pasar a ‘velocidad superior’, a saber: eliminar físicamente a gente de la ciudad.

Las autoridades están tomando cartas en el asunto y se están reuniendo con las Asociaciones de Padres de Alumnos para ver qué medidas tomar, “yo pago el buey, vosotros lo demás, pero les dais una buena bofetada a la niña que vuelva con esas tonterías…”

Original en FronteraD

Autor

  • Pérez Ruiz de Valbuena, Félix

    Félix Pérez Ruiz de Valbuena. ( Calatañazor, Soria, Diciembre 1954 ) Estudió economía . Marxista-leninista de formación política, afirma que no le sirvió para hacer nada demasiado útil en la vida universitaria, salvando quizás el Festival de los Pueblos Ibéricos. Empresario familiar comparte con sus dos hermanos la propiedad de una empresa de formación. reside actualmente en Burkina Faso con la esperanza de comenzar de nuevo con proyectos que le devuelvan la ilusión. Con tres hijos y un nieto, que le hacen felices los más de los días. Y como dice Soltero y sin compromiso. Es colaborador de la Revista Digital Frontera D con su Blog Negros sobre blanco , que iremos reproduciendo en nuestra sección de Bitácora Africana, agradeciendo a Frontera D la autorización para hacerlo y por supuesto a Félix Pérez Ruiz de Valbuena

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