Hay vida después de la trata, por Bartolomé Burgos

6/05/2020 | Bitácora africana

proyectoo_emaus.pngEn nuestra última aportación a la Bitácora Africana se trataba el tráfico de personas. Hoy, siguiendo una publicación de Sagrario Ortega, consideramos lo que viven las personas sometidas a comercio sexual después de ser liberadas.

¿Qué pasa con las personas sometidas a comercio sexual una vez liberadas?

Muchas vuelven a una vida normal gracias al trabajo de oenegés y de otras instituciones, que completan el trabajo de las fuerzas de seguridad, y acogen a las personas liberadas de sus captores y explotadores. El escrito de Sagrario Ortega considera lo que ocurre en España, pero también en otros países, incluso africanos, existen entidades que ayudan a reintegrarse a las víctimas del comercio sexual.

En España, la congregación de las Adoratrices se hace cargo de estas víctimas desde hace tiempo; por lo que fue galardonada en julio de 2015 con el Premio Derechos Humanos por el Rey Felipe VI.

¿En qué situación se encuentran las mujeres liberadas de la esclavitud sexual?

Según María José Palomino Márquez, directora del proyecto Emaús, son chicas muy jóvenes que llegan a la casa de acogida «con un miedo terrible, muy asustadas, deprimidas…, con una inseguridad muy grande y con el alma rota por lo que han hecho con ellas». «Vienen destrozadas psicológicamente».

Un gran número de estas mujeres son nigerianas, captadas en su país por las mafias, que las trasladan a Europa a través de Libia y Lampedusa (Italia) y las obligan a prostituirse. Estas mujeres no son prostitutas, son prostituidas.

¿Qué capacidad de acogida tiene el proyecto Emaús?

Cuenta con una casa de acogida para doce mujeres y además, tiene en Almería dos pisos para compartir, uno para cuatro mujeres y otro para tres, en los que conviven cuando ya pueden hacer una vida más normalizada.

¿Qué se hace por estas mujeres en las casas de acogida?

Cuando llegan, muchas están enfermas, apenas tienen ropa… Por eso, lo primero es proporcionales todo lo necesario para cubrir sus necesidades básicas. También se les enseña español y toda una serie de habilidades sociales, incluidas las actividades domésticas. Luego se les ofrece la posibilidad de volver a su país, si así lo desean, aunque la mayoría prefiere quedarse en España.

¿Las que se quedan en España en qué se ocupan?

Las Adoratrices tienen una bolsa de empleo para estas mujeres, que generalmente están preparadas para cuidar ancianos, aunque a veces haya que superar prejuicios raciales. «Son muy cariñosas y alegres, tienen unas cualidades fantásticas para trabajar con mayores» y algunas se ocupan de personas mayores afectadas de alzhéimer. Otras se ofrecen para cuidar niños y tienen bastante éxito porque hablan inglés.

Bartolomé Burgos

Autor

  • Bartolomé Burgos Martínez nació en Totana (Murcia) en 1936. Sacerdote miembro de la Sociedad de Misiones de África (Padres Blancos), es doctor en Filosofía por la Universidad Gregoriana de Roma, 1997. Enseñó filosofía en el Africanum (Logroño), en Dublín y en las ciudades sudanesas de Juba y Jartum. Fue fundador del CIDAF (Centro de Información y Documentación Africana) a finales de los setenta, institución de la que fue director entre 1997 y 2003.

    Llegó a África con 19 años y desde entonces ha vivido o trabajado para África y ha visitado numerosos países africanos. De 2008 a 2011 residió en Kumasi, Ghana, donde fue profesor de filosofía en la Facultad de Filosofía, Sociología y Estudios Religiosos de la Universidad de Kumasi. Actualmente vive en Madrid y es investigador de la Fundación Sur.

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