La presencia fang-beti en Kenia es un hecho recogido por historiadores como Afáa Bibóo, en las memorias que dictó a Ondúa Engutu, bajo el patrocinio de la misión Presbiteriana de Elat.
Este patrocinio, me consta, le ha llevado a algunos a cuestionar el rigor científico de estas memorias. Lo que me lleva, por mi parte, a cuestionar el rigor de los críticos. Porque, cuando se trata de categorías intelectuales, si se critica una tesis, por falta de rigor, hay que presentar la antítesis. Cosa que nadie ha hecho.
Afáa Bibóo lo que hizo, y es de agradecer, es recoger la genuina tradición fang-beti sobre su pasado y presente de entonces, mucho antes de que conocieran cualquier tipo de influencia cristiana. Lo que dio como resultado la epopeya «Dulu bon b’Afrikara» O sea, el éxodo de los hijos de Afrika.
Los Fulani, nubios como los fang-beti, dicen de ellos mismos que descienden de los faraones negros. Los fang-beti proceden de Asia Menor, se aclimatan y dejan su impronta en Egipto y se consolidan como Pueblos en Nubia, donde desarrollan una importante cultura, que les permitirá superar la adversidad de la húmeda selva.
Cuenta Afáa Bibóo que, al dejar las yermas tierras de Nubia, se adentraron en las exuberantes tierras de la Región de los Grandes Lagos. Y es aquí donde se produjo el primer reparto de tierras entre los fang-beti.
Parte del grueso de la expedición bajó hacia el este, para alcanzar la orilla del Índico. La otra parte, la más numerosa, viajó hacia el oeste, con el fin de cruzar el Continente africano y henchid todas estas tierras fértiles, pero de humedad asfixiante.
Al separarse de los otros pueblos nubios, desde el Lago Chad, se adentran en la selva tropical. Aquí nos encontraríamos con los bacongo y los Pueblos que se aglutinan bajo el epígrafe de «ndowe».
Pero esto hay que cogerlo con palillos, puesto que Afáa Bibóo no habla de » ndowe » en concreto, sino de «bilob». Sabemos que, con la eclosión del imperio bacongo, se producirá una fuerte emigración de estos Pueblos, desde Luanda hasta Duala. Poblando Iboto.
Por cierto, digámoslo de paso, bacongo es plural de Congo. Los colonos belgas al oír hablar de » bacongo», siendo francófonos, lo interpretaron como «bas congo», o sea, » bajo Congo», terminaron poniéndole CONGO al gran río. Cuando «congo» es el pueblo que habitaba y habita las dos orillas del río.
Al separarse, concluye el historiador, acordaron que, si eran hermanos de doble vínculo los que se separaban, tendría cada uno que llevar la hija del otro como recuerdo, para no olvidarse.
Estos fang-beti que bajaron hacia el este se aclimataron entre los «lúo». Por eso, en Kenia, se les conoce como » lúo».
Francisco ELÁ ABEME
Original en : Radio Macuto¿Hay Fang-Beti en Kenya?
