Las cifras macroeconómicas muestran que el continente africano conoce un crecimiento económico rápido y constante desde hace varios años (según el Banco Africano de Desarrollo –BAD- la economía africana ha crecido un 4,8% de media anual entre 2002 y 2011). Sin embargo, los niveles de pobreza y hambre siguen siendo muy elevados en África.
Afrobaromètre, organismo que agrupa varios institutos de investigación en ciencias sociales y económicas, acaba de presentar el 1 de octubre un informe en Johannesburgo sobre las condiciones de vida en 34 países africanos. Los Investigadores de Afrobaromètre han sondeado a 50.000 personas de 34 países y la mitad de los encuestados han declarado sufrir al menos una vez el año pasado penurias alimentarias, falta de acceso al agua potable y a medicamentos. Las preguntas eran estas: ¿Cuántas veces le ha faltado a su familia la comida? ¿El agua potable? etc.
El 20% afirma vivir en permanente estado de penuria. La FAO, a la vez que constata que el hambre crónica en el mundo está descendiendo, señala que en África sigue siendo muy elevada; la FAO estima que la malnutrición afecta al 25% de la población. Es evidente, a juzgar por los resultados de la investigación de Afrobaromètre, que los africanos no sacan provecho del crecimiento económico (el 53% estima que los frutos del pretendido desarrollo de su país no les afecta); quizás las tasas de crecimiento registradas por el BAD son incorrectas. El informe dice: “O bien el crecimiento ha existido de verdad pero sus efectos no llegan a las poblaciones más pobres (y de hecho es posible que las desigualdades se hayan agravado), o bien el crecimiento real no es el registrado en las cifras oficiales”.
El crecimiento no es sinónimo de reducción de la pobreza. El responsable de Afrobaromètre en Benin constata que “las poblaciones se quejan de la ausencia de recursos y de la no disponibilidad de servicios públicos básicos. Es un problema ligado a redistribución de los frutos del crecimiento, que no repercuten en las condiciones de vida de los ciudadanos”. Para erradicar la pobreza no basta con crecer. Las previsiones, según las cuales disminuiría la pobreza conforme el PIB fuera creciendo quedan desbaratadas. La pobreza sigue omnipresente en el continente africano. Boniface Duliani, jefe de operaciones, señala que “algunos países – Botswana, Tanzania, Suráfrica – han registrado un crecimiento muy importante estos diez últimos años, y, sin embargo, paralelamente, se ha generado en ellos un aumento de la pobreza. Igualmente, ha habido países en los que la pobreza ha disminuido sin que su crecimiento económico haya sido espectacular”. El estudio constata que las inversiones en infraestructuras y en servicios sociales son factores determinantes en la disminución de la pobreza, mientras que las poblaciones de países que están saliendo de conflictos son los más vulnerables, debido sobre todo a penurias alimentarias.
Los investigadores de Afrobaromètre concluyen recomendando a los gobiernos que centren sus esfuerzos en la reducción de la pobreza más que en el simple crecimiento de sus economías. “Las inversiones en educación e infraestructuras pueden ser uno de los medios más eficaces para que las ganancias económicas alcancen a los ciudadanos más pobres del continente”.
Ramón Arozarena, 3.10.2013
Fuente: RFI, Agencias Xinhua, AFP (1 y 2 de octubre)
