Halina Taju, Damboia Cossa y Anabela Machunga tres jóvenes sirenas submarinas de Mozambique, por Antonio Molina

10/04/2015 | Bitácora africana

Mozambique estira sus costas a lo largo de casi tres mil kms del sureste africano, frente a la macroisla de Madagascar. En las aguas del Océano Índico emergen varias decenas de islas e islotes encantadores, que aún no han sido invadidos por el turismo de masas, aunque algunos surafricanos ya han descubierto aquellos paraísos ecológicos, donde se encuentran los mejores lugares mundo para practicar el submarinismo y otras actividades subacuáticas.

UN PATRIMONIO QUE HAY QUE DEFENDER

Localidades como Bazaruto, la isla de Iñaka, Punta del Oro, Barra y Pemba ofrecen una gran variedad de peces, tortugas y mamíferos marinos, además de arrecifes de coral muy bien conservados.

La larga guerra civil que asoló el país desde la independencia de Portugal en 1975 hasta los acuerdos de paz de 1992, contribuyó a aislar durante décadas las reservas costeras, preservando la fauna marina.

Hoy, Mozambique vive una fase de desarrollo, que alcanza una media de 8% de aumento anual del PIB, uno de los más altos de África. Mejoran las infraestructuras y se dinamizan las industrias extractivas de materias primas: gas, carbón y minerales. Esta prosperidad creciente favorece la industria del turismo.

Para que el desarrollo no dañe el delicado equilibrio marino de la costa, las autoridades han creado en el archipiélago de las Quirimbas, la más importante reserva marina del continente.

LAS DEFENSORAS DE ESTE ECOSISTEMA

En primera línea de defensa de este ecosistema marino encontramos a tres jóvenes mujeres universitarias, amigas y condiscípulas: Halina Taju, Damboia Cossa y Anabela Machunga. A las tres las une la pasión por el mar.

Han estudiado en la universidad ‘Eduardo Mondlane’ hasta conseguir un Master en BIOLOGÍA MARINA y GESTIÓN de las COSTAS. Además tienen los ‘brevets’ de buceadoras en aguas profundas.

Juntas han creado un proyecto que se llama ‘DIVE PRINCESS’ con el fin de estudiar la vida de los arrecifes mozambiqueños y al mismo tiempo desarrollar un turismo no agresivo para aquel ambiente marino.

Nuestras tres sirenas acompañan a grupos de estudiantes o turistas, que pretenden descubrir el extraordinario patrimonio natural, que guardan las aguas del Océano Índico. Se trata de una reserva marina de más de 10.000 kms.2 en la costa de Angoche, al norte de la región de Nampula, donde se ubican 10 islas escasamente habitadas y en cuyas aguas el coral se desarrolla muy bien, gracias a un microclima, que protege esas aguas del frío del resto del océano. Es una barrera coralina de las más productivas del mundo.

CONCLUSION

os es grato saber que este proyecto está en buenas manos y que una vez más la joven generación de mujeres africanas toma la iniciativa del desarrollo armónico de su país.

Desde ‘La Otra Cara de África…’ con mucha ‘saudade’ de cuando yo anduve por aquellas tierras entre los años 1956 a 1971, les digo con entusiasmo: ¡Viva las sirenas de Mozambique!

Anabela, Damboia y Halima, enhorabuena y ¡que tengáis mucho éxito!

Autor

  • Molina Molina, Antonio José

    Antonio José Molina Molina nació en Murcia en 1932. Desde 1955 es Misionero de África, Padre Blanco, y ya desde antes ha estado trabajando en, por y para África. Apasionado de la radio, como él relata en sus crónicas desde sus primeros pasos en el continente africano, "siempre tuve una radio pequeña en mi mochila para escuchar las noticias". Durante septiembre 2002, regresa a Madrid como colaborador del CIDAF. En octubre de 2005 aceptó los cargos de secretario general de la Fundación Sur y director de su departamento África. Antonio Molina pertenece -como él mismo dice- a la "brigada volante de los Misioneros de África", siempre con la maleta preparada... mientras el cuerpo aguante.

Más artículos de Molina Molina, Antonio José