El Arzobispo emérito de Beira (Mozambique), Jaime Pedro Gonçalves, fue una de las figuras clave en el proceso de paz, como uno de los principales mediadores en los Acuerdos de Paz de Roma, firmados en octubre de 1992, entre el entonces movimiento guerrillero Resistencia Nacional Mozambiqueña (RENAMO) y el gobierno mozambiqueño, liderado por el Frente de Liberación de Mozambique (FRELIMO).
Jaime Pedro Gonçalves, sufrió durante las últimas semanas problemas graves de salud que le impidieron su participación en importantes acontecimientos. Preocupada por la salud del Arzobispo, la gobernadora de la provincia de Sofala, María Helena Taipo, visitó recientemente al distinguido clérigo en su residencia del barrio de Macuti.
Gonçalves, de 78 años, había recibido asistencia médica recientemente en su residencia puesto que su estado de salud no le permitía desplazarse. “El estado de salud de Don Jaime se ha deteriorado recientemente y está recibiendo tratamiento médico en su casa. Tiene dificultad para levantarse y para comunicar con huéspedes”, había revelado una fuente vecina al Arzobispo emérito de Beira.
El Arzobispo emérito, uno de los más respetados líderes religiosos y figuras públicas de Mozambique, fue consejero de importantes personalidades, entre ellos de Daviz Simango, presidente del partido Movimiento Deocrático de Mozambique y alcalde de la ciudad de Beira.
Portavoces de los tres partidos más importantes en la Asamblea de la República, el parlamento de Mozambique, representando tanto al Gobierno (Frelimo) como a la oposición (Renamo y MDM) rindieron público homenaje a Jaime Pedro Gonçalves, no sólo como líder religioso de gran calibre, sino también como ejemplar y abnegado ciudadano.
Jesús Zubiría
[Fundación Sur]