El primer ministro de Guinea Bissau, Carlos Gomes Junior, ha pedido a la Unión Europea que evite tomar medidas duras contra el asediado país del África occidental, que podrían entorpecer su desarrollo.
Gomes habló así en el último día de su visita al vecino Senegal, donde se reunió con embajadores de la Unión Europea, UE, Estados Unidos y otros países africanos.
Los ministros de Exteriores de la UE recientemente decidieron suspender parcialmente la ayuda al desarrollo al país, plagado por cuatro décadas de golpes de estado, motines y asesinatos políticos, además de haberse convertido en un gran refugio para el tráfico de drogas hacia Europa.
“¿Acaso es este el momento apropiado para entorpecer el desarrollo en Guinea Bissau?”, preguntó Gomes. “Guinea está atravesando tiempos difíciles, pero también tiempos de esperanza. Hago un llamamiento a la comprensión y el apoyo de la comunidad internacional”.
Gomes reiteró la determinación de su país para combatir el tráfico de drogas y dijo que estaba “dispuesto a colaborar con la Interpol y la UNODC”, la Agencia de Drogas de las Naciones Unidas.
Los embajadores también querían adoptar sanciones como congelación de activos y prohibiciones de visados para determinados funcionarios, sospechosos de “amenazar la paz, la seguridad o la estabilidad”.
Pero la decisión fue pospuesta indefinidamente a petición del ex poder colonial, Portugal.
La Unión Europea quiere una investigación independiente sobre los incidentes ocurridos en el país entre marzo de 2009 y abril de 2010, que incluyen el asesinato del anterior presidente Joao Bernanrdo Vieira.
El 1 de abril del año pasado un motín en los cuarteles del ejército provocó que el jefe militar guineano fuera destituido y el propio Gomes secuestrado y detenido por los militares. La UE también quiere que los líderes militares del país no hayan estado implicados en actos de violencia ilegal y anticonstitucional”.
(IOL, 16-02-11)