Mahmoud Ali Youssouf, presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), anunció que Guinea Bisáu había sido suspendida de la organización tras el golpe militar que destituyó al presidente en funciones Umaro Sissoco Embaló.
Días posteriores al golpe de Estado, la Unión Africana ya había rechazado la presencia de la Junta militar en el país guineano, exigiendo “la liberación inmediata e incondicional del saliente Sr. Embaló” quién logró huir y acabó en Senegal y más tarde en República Democrática del Congo. Al mismo tiempo consideraron que no iban a tolerar “cambios inconstitucionales” en ninguno de sus miembros. De esta manera, Guinea- Bissau se convierte en otro de los países cuya membresía ha sido suspendida de la UA, esto tiene lugar tras numerosos golpes de Estado en todo el continente, junto con “Malí, Burkina Faso, Níger, Sudán y, más recientemente, Madagascar”.
En la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, denunció que este golpe suponía una “violación de los principios democráticos”. La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) también suspendió al país, y ha solicitado a las fuerzas armadas de Guinea Bisáu que “regresen a los cuarteles” y anunció que enviará una “misión de mediación de alto nivel” al país en los próximos días para conseguir volver a una estabilidad parecida a la de semanas atrás o conseguir cierto orden democrático.
Guinea Bisáu, de 2,2 millones de habitantes, es uno de los más pobres de África y es considerado uno de los centros más importantes para el tráfico de drogas entre América Latina y Europa, algo que según analistas, «ha alimentado sus crisis políticas» y que probablemente ha causado, entre otros motivos, el golpe de Estado militar.
[CIDAF-UCM]


