Guerra entre Israel y Hamas ¿Por qué está África dividida frente a la crisis Palestina?

30/10/2023 | Uncategorized

El 14 de octubre la cadena catari de noticias Al Jazeera difundió un interesante artículo de la periodista nigeriana Shola Lawal sobre las diferentes respuestas de varios países africanos a la presente crisis palestina.

Shola Lawal comienza constatando que mientras que los informes de que combatientes de Hamás habían atacado el sur de Israel el 7 de octubre inundaban teléfonos y televisores en todo el mundo, el presidente de Kenia, William Ruto, recurrió a X, la plataforma de redes sociales anteriormente conocida como Twitter, para comunicar que Kenia se sumaba al resto del mundo en solidaridad con el Estado de Israel. Al mismo tiempo, William Ruto condenaba inequívocamente el terrorismo y los ataques contra civiles inocentes en el país, Según el presidente keniano: «no existe justificación alguna para el terrorismo, que constituye una grave amenaza a la paz y la seguridad internacionales«.

Por lo tanto, concluía el presidente de Kenia “la comunidad internacional debe movilizarse para hacer que los autores, organizadores, financiadores, patrocinadores, partidarios y facilitadores de estos reprensibles actos criminales de terrorismo rindan cuentas y sean llevados rápidamente ante la justicia”.

Fue, sin duda, un respaldo explícito a la posición de Israel y –algunos añadirían– a la respuesta que desde entonces ha desatado el gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu en la franja de Gaza, con una campaña de bombardeos que está matando a miles de personas. Hay otras declaraciones semejantes que subrayan la creciente influencia de Israel en África durante los últimos años.

A medida que ha ido aumentando el número de muertos por la guerra, algunos gobiernos africanos se han visto envueltos en acalorados debates en torno al conflicto, con el continente dividido y diferentes naciones tomando bandos opuestos.

Las autoridades de Sudáfrica, por ejemplo, unos días después del inicio del conflicto, culparon de la escalada a la ocupación ilegal y a la profanación de la mezquita de Al-Aqsa por parte de Israel, así como de los sitios cristianos sagrados. Un alto funcionario, Zane Dangor, dijo al canal local de noticias eNCA que el sangriento ataque de Hamas, si bien no es una solución, no era sorprendente y que el conflicto no terminaría “hasta que termine la ocupación”.

Argelia se pronunció en el mismo sentido declarando su “plena solidaridad con Palestina” al principio de la guerra. La Comisión de la Unión Africana, dirigida por el chadiano Moussa Mahamat Faki, si bien expresó preocupación por la violencia, atribuyó la culpa a la “negación de los derechos fundamentales de los palestinos”, y pidió una solución de dos estados.

Por otro lado, Kenia, Zambia, Ghana y la República Democrática del Congo se encuentran entre las naciones africanas que, por lo menos inicialmente, se alinearon con la posición de Israel.

Entonces, cabe preguntarse ¿por qué un continente que sufrió los peores estragos del colonialismo y el racismo durante siglos, y que históricamente, en su mayor parte, ha apoyado a Palestina, está ahora dividido?

Una breve respuesta podría ser que las divisiones de los países africanos ponen de manifiesto el intento de cada gobierno de compartimentar sus intereses, dicen algunos expertos, al mismo tiempo que subrayan el fortalecimiento de los vínculos de algunos países con Israel. Por un lado, existen vínculos profundamente arraigados con el movimiento palestino; por el otro están la oferta de tecnología de punta, asistencia militar y ayuda de Israel. El lado ganador podría determinar hacia dónde se inclinará África si este conflicto se prolonga, e incluso después del conflicto.

Una relación “histórica y emocional”

Los países africanos, que se deshicieron del yugo brutal del colonialismo en la década de 1960, se mostraron fríos con un Israel recién formado y simpatizaron con la lucha de los palestinos desarraigados de sus tierras y hogares en 1948.

Después de la guerra de octubre de 1973, el bloque continental, entonces conocido como la Organización de la Unidad Africana (OUA), rompió sus vínculos con Israel.

Argelia ha sido uno de los principales países del continente más críticos con Israel, incluso cuando las relaciones de su rival Marruecos con Israel han florecido, después de que acordaran normalizar las relaciones en 2020.

La relación entre Argelia y Palestina es muy histórica y emotiva”, señaló el politólogo Zine Labidine Ghebouli a Al Jazeera, agregando que el islam, como religión común, solidifica esos vínculos. “Fuimos ocupados por Francia, y esta historia de brutalidad es similar”. «En mis redes sociales todo converge en la solidaridad con Palestina en este momento».

Pero la Sudáfrica posapartheid tal vez haya sido el partidario más acérrimo de Palestina en el continente. Nelson Mandela era famoso por establecer paralelismos entre la lucha de los negros sudafricanos contra el gobierno blanco y la de los palestinos contra la ocupación de Israel. Posteriormente, muchos grupos de derechos humanos también hicieron esa misma comparación.

En julio de 2022, la ministra de asuntos exteriores sudafricana, Naledi Pandor, pidió a las Naciones Unidas que declararan a Israel como un “Estado de apartheid”. En medio de la guerra de Rusia contra Ucrania, mientras crecía la presión occidental sobre Sudáfrica y otras naciones de África y Asia para que condenaran las acciones de Moscú, Pandor respondió preguntando por qué las capitales occidentales no estaban dispuestos a aplicar los mismos principios del derecho internacional cuando se trataba de Israel.

Sin embargo, ese apoyo diplomático verbal a Palestina enmascara una relación más compleja entre los países africanos e Israel, una relación que ha ido creciendo rápidamente durante los últimos años, moldeando la posición del continente con el Oriente Medio.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el expresidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, caminaron a la par después de ofrecer una conferencia de prensa conjunta en la Casa del Estado (State House) en Nairobi, el martes 5 de julio de 2016. Netanyahu ha realizado múltiples viajes a naciones africanas, al mismo tiempo que Israel consolida su influencia en el continente.

La creciente huella de Israel

Después de la guerra de 1973, sólo un puñado de naciones africanas mantuvieron relaciones con Israel, mientras que la mayoría optó por romperlas. Sin embargo, hoy esa tendencia ha cambiado drásticamente: 44 de 54 países africanos reconocen la condición de Estado a Israel y cerca de 30 han abierto embajadas o consulados en Tel Aviv.

Las proezas ampliamente reconocidas de Israel en agricultura han ayudado a su causa, en momentos en que muchos países africanos luchan contra sequías, inundaciones y fenómenos climáticos extremos con frecuencia cada vez más presentes. Una quinta parte de la población africana está desnutrida.

«El papel de Israel como uno de los líderes mundiales en tecnologías agrícolas es un incentivo muy atractivo para los países africanos, que luchan contra la inseguridad, y para las economías con tierras áridas y semiáridas«, dijo Tighisti Amare, subdirector del programa África de Chatham House, con sede en Londres. «De hecho, muchos países africanos han optado por seguir su agenda y separar los intereses económicos de las posiciones políticas en los foros internacionales«, añadió.

Pero no se trata sólo de la agricultura. Los intereses comerciales y de seguridad también han hecho que muchos países africanos se acerquen a Israel, dijo Alhadji Bouba Nouhou, profesor de la universidad de Burdeos. Un punto clave de inflexión se produjo en 1978, con los acuerdos de Camp David entre Egipto e Israel. «Las cosas realmente empezaron a cambiar tras los acuerdos de Camp David«, dijo Nouhou a Al Jazeera. Con un importante país árabe firmando un acuerdo de paz con Israel, muchas naciones africanas vieron que no tenía mucho sentido mantenerse al margen.

Esa tendencia cobró más impulso después de los acuerdos de Oslo de 1993, un período que también marcó la desaparición del régimen de apartheid en Sudáfrica, el fin de la guerra fría y la promesa de un acercamiento entre Israel y las naciones africanas. Más recientemente, los acuerdos de normalización alcanzados con Chad, Marruecos y Sudán representan importantes victorias para Israel en el continente.

Sudáfrica, uno de los críticos más feroces de Israel en el continente, es también, con diferencia, su mayor socio comercial en África.

En 2021, el comercio entre Israel y los países del África subsahariana superó los 750 millones de dólares. Israel exporta maquinaria, productos electrónicos y productos químicos al continente. De esa cantidad, casi dos tercios se comercializaron con Sudáfrica, seguida por Nigeria, con la que Israel intercambió bienes por valor de 129 millones de dólares en 2021. Sudáfrica también comercia con Palestina, y las exportaciones palestinas de aceites de oliva y otros comestibles aumentaron un 34 % entre 2009 y 2021.

Sin embargo, Israel también tiene fuertes vínculos con países africanos más allá del comercio. Durante décadas, ha inyectado millones de dólares en ayuda humanitaria a Etiopía y miles de judíos etíopes llegaron a Israel.

Mashav, la agencia de ayuda internacional de Israel, también ha traído a estudiantes kenianos para recibir capacitación en agricultura y medicina, y ha capacitado a empresarios senegaleses en gestión.

Mientras tanto, en Camerún, se cree que las fuerzas israelíes están apuntalando al antiguo gobernante Paul Biya entrenando al bir, una temible unidad militar de élite, que responde directamente al presidente. Los informes de los medios israelíes han sugerido que el país también está entrenando soldados en varias otras naciones africanas.

En 2017 estaba prevista la celebración de una cumbre África-Israel, aunque una crisis en el país anfitrión, Togo, hizo que se cancelara. Pero a principios de ese año, Netanyahu, hablando ante líderes de África Occidental en una reunión en Liberia, declaró: “Israel está regresando a África, y África está regresando a Israel”.

Sin embargo, a pesar de todos estos avances, Israel también ha seguido enfrentando reveses en África.

Incursiones anteriores impulsaron a Aleligne Admasu, embajadora de Israel ante la Unión Africana, a buscar el estatus de observador para Israel en el bloque en 2021. Aunque la solicitud fue concedida, el estatus de Israel fue suspendido en febrero, después de que Argelia y Sudáfrica protestaran por la medida. Palestina, por otro lado, conserva el estatus de observador en la Unión Africana desde 2013.

Miembros de la campaña de solidaridad palestina protestaron frente a la oficina consular israelí en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) el 11 de octubre de 2023. A medida que continúa el bombardeo israelí de Gaza podría aumentar la presión pública en toda África para criticar enérgicamente los ataques a la franja sitiada.

¿Gobiernos de dos caras?

Entonces, ¿los gobiernos africanos tienen dos caras respecto al conflicto entre Israel y Palestina: comerciar con Israel y fortalecer los vínculos con él, al tiempo que, al menos en algunos casos, defienden a Palestina? Los expertos dicen que ni su aparente contradicción ni las divisiones dentro de África sobre el tema son sorprendentes, señalando la reciente división de posiciones después de que Rusia invadiera Ucrania en febrero de 2022.

Cuando estalló la guerra, aunque no se toleraba la invasión rusa de un país soberano, un tercio de los países africanos decidió mostrarse neutral en el voto de las Naciones Unidas condenando la invasión rusa”, recordó Amare de Chatham House. “No se trata de un acontecimiento único y esperar que los países africanos respondan en una sola voz a una crisis determinada es una equivocación”, dijo Amare.

En otro ejemplo, los países africanos, a pesar de la intensificación de las relaciones con Israel, votaron abrumadoramente en contra de la decisión de Estados Unidos de abrir una embajada en la disputada Jerusalén en una reunión de emergencia de la ONU en 2017.

Y la política pronto podría filtrarse en las relaciones comerciales. Si bien Sudáfrica es el pilar del comercio de Israel con el continente, existe una presión creciente por parte de la sociedad civil para que Pretoria adopte una posición más clara a favor de Palestina, dijo a Al Jazeera Muhammed Desai, director del grupo de apoyo sudafricano Africa-Palestine. «El año pasado, el parlamento de Sudáfrica aprobó una resolución para rebajar las relaciones diplomáticas y la embajada de Sudáfrica en Israel«, dijo Desai. “En estos momentos, Sudáfrica no tiene embajador en Israel”, señaló. «Como sociedad civil, abogamos para que nuestro gobierno haga más: todas las relaciones y el comercio con Israel deben ser boicoteados, tanto a nivel público como también por parte del sector privado«.

Si el mortífero bombardeo israelí de Gaza continúa y es seguido por una invasión terrestre, es de esperar que aumenten esos llamamientos.

Autora: Shola Lawal

Fuente: Al Jazeera

[Traducción y edición, Jesús Zubiría]

[CIDAF-UCM]

 

 

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