Los grupos opositores de Sudán del Sur han reclamado a los líderes mundiales que admitan el genocidio que está teniendo lugar en el país y hagan rendir cuentas al gobierno de Salva Kiir. La llamada fue realizada en un documento conjunto de seis grupos opositores.
Los grupos opositores acusaron al presidente Salva Kiir de graves crímenes cometidos en el país desde diciembre de 2013, cuando el ejército les atacó en Juba y posteriormente les siguió asesinando en distintas regiones: «El genocidio que se está produciendo es una repetición de las masacres que el mismo régimen realizó en diciembre de 2013 en Juba sobre los civiles Nuer, que dieron como resultado ataques en respuesta contra civiles Dinka en otras partes del país. Esta cadena de eventos provocó la actual guerra civil que castiga a la gente menos de dos años después de la independencia del país».
Los grupos de la oposición acusaron al ejército gubernamental SPLA y a sus milicias aliadas de llevar a cabo ejecuciones de civiles, violaciones y torturas: «Pedimos a la región y a la comunidad internacional que investigue, documente y persiga urgentemente a los autores del reciente genocidio en Wanduruba, Yei, Lainya, Pajok y Kakojei en Equatoria, Wau en Bahr el-Ghazal, y en el Alto Nilo. Todos los que han asesinado a civiles deben estar sujetos al mismo proceso legal».
La oposición ha instado a los líderes mundiales a hablar con una sola voz y «reconocer y condenar las acciones genocidas del régimen de Kiir. Su continuo silencio solo da valor y recompensa a los autores de estos crímenes y castiga a las víctimas».
«Por esto, llamamos a la Unión Africana, al secretario general de Naciones Unidas y al Consejo de Seguridad de la ONU para que reconozcan el genocidio… Solo así puede crearse un proceso político pacífico para acabar con este sufrimiento sin precedentes» concluyó la declaración.
La agencia de Naciones Unidas informa que más de 3 millones de habitantes de Sudán del Sur han sido desplazados por la violencia, causando un desplazamiento sin precedentes en lo que es considerado el éxodo más grande en África desde el genocidio ruandés de 1994.
El diputado de UNMISS Moustapha Soumare instó al país, a principios de mes, para que aprendiera de la experiencia de Ruanda y no repetir el genocidio que sucedió en esa nación hace 23 años.
Fuente: Sudan Tribune
[Traducción y edición, Fernando Martín]
[Fundación Sur]
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