Al menos seis personas, entre ellas dos menores, murieron a causa de las inundaciones tras las fuertes lluvias en Kampala, durante los últimos días de marzo.
La lluvia, que se prolongó durante horas, comenzó de madrugada, cortando varias carreteras que conducen al centro de la ciudad. Algunos vehículos quedaron sumergidos en un tramo de la carretera Kampala-Jinja en Kyambogo, Kinawataka (Katogo), y en partes de la circunvalación norte.
La Cruz Roja confirmó que dos menores fueron encontrados muertos en una casa inundada de Mulimira. Además, un hombre de 35 años también fue encontrado muerto en las inmediaciones.
Se atribuye el agravamiento de las inundaciones a la construcción en curso de la circunvalación de Kyebando, que ha desviado el caudal de agua, provocando inundaciones en las viviendas, agravando el problema de los canales de drenaje ya obstruidos.
Vecinos de Bwaise han comentado que las inundaciones son un desastre recurrente, con propiedades destruidas cada vez que se desborda el canal de Lubigi:
“Esta es nuestra vida. Las fuertes lluvias traen destrucción, y seguimos esperando garantías de las autoridades, que nunca llegan”.
Otros residentes, que estaban ocupados retirando el agua de sus casas, criticaron a la Autoridad de la Ciudad Capital de Kampala (KCCA) por no limpiar ni ampliar los canales de drenaje, lo cual podría haber evitado las inundaciones.
Los equipos de evaluación han trabajado sobre el terreno, junto con las autoridades locales y la policía.
Las zonas propensas a inundaciones en la ciudad incluyen Queen’s Way, Ssebaana Kizito Road, el cruce de Kabuusu, la rotonda de Jinja Road y Kyambogo-Banda, entre otras.
De nuevo constatamos cómo la naturaleza y el insuficiente trabajo de manos humanas, nos llevan a situaciones catastróficas. Durante décadas en Kampala no se habían conocido semejantes graves inundaciones. Ciertamente, es la naturaleza con su cambio climático, junto con las irresponsables construcciones y el abandono de los canales la causa más inmediata de estos desastres naturales.
Fuente: The Independent
[Edición y traducción, Lázaro Bustince]
[CIDAF-UCM]