La historia de esta región, me refiero a Los Grandes Lagos (este del Congo, Uganda, Ruanda, Burundi, esencialmente) está marcada por una sucesión de crisis violentas, resultado de una instrumentalización de cuestiones identitarias, de tensiones entorno acceso a la propiedad y/o usufructo de la tierra, de control del poder, y, sobre todo en estos últimos años, del control de los recursos naturales, de su explotación y comercialización; todo ello en un contexto de fuerte crecimiento demográfico y de pobreza. De ello me gustaría hablar, como un cúmulo de factores desencadenantes de conflictos y violencias, que a su vez están en el origen de que en esta zona el nº de refugiados y de poblaciones desplazadas de sus lugares de origen haya sido muy elevado históricamente y de que incluso actualmente constituya uno de los problemas humanitarios y sociopolíticos más importantes.
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Me gustaría hablar, aunque fuera brevemente sobre cada uno de estos factores y avanzar ya parte de la conclusión: que la complejidad y mezcla de estos factores que intervienen y/o explican una historia un tanto atormentada hace por un lado compleja la solución y por otro exige que ésta sea regional, esto es, la paz, la seguridad, la reconstrucción del Congo dependerá también de la estabilidad social y económica de cada uno de los países del entorno…
* El presente texto corresponde a conferencia impartida por Ramón Arozarena en el marco del XXVI Encuentro de ANTROPOLÍGA Y MISIÓN – “REFUGIADOS” – celebrado el 1 y 2 de febrero en MUNDO NEGRO, organizado por los Misioneros Combonianos.