La marcha tuvo como objetivo revivir el espíritu de hace sesenta años contra la colonización y la opresión, en virtud de la solidaridad entre los pueblos de África y Asia. El Jefe de Estado de Madagascar, Hery Rajaonarimampianina, al igual que el resto de jefes que acudieron, participó en esta marcha. El evento fue retransmitido por algunos canales internacionales.
Se ha advertido que el Jefe de Estado malgache parecía nervioso y preocupado, tal vez por el miedo a la reacción de los militares. Este miedo es real en Madagascar, baste ver el caso de Alain Ramaroson, que fue detenido y trasladado a las celdas durante 72 horas por participar en una manifestación.
Desde Madagascar, se espera que la visita de Rajaonarimampianina sirva para que el presidente conciba las marchas como un modo de expresión democrática. Algunas tuvieron lugar en el país tras los ataques a Charlie Hebdo de París o el atentado del Museo del Bardo en Túnez. No se sabe si, a su regreso, el Jefe de Estado prohibirá retransmitir la secuencia de asistencia a una manifestación, pues los ciudadanos de Madagascar no entienden cómo Rajaonarimampianina se ha involucrado en el extranjero en un acto que prohíbe en su propio país.
La Gazette de la Grande Ile – Fundación Sur