Aunque, claro, lo que diga el señor Ministro sin cartera no se pueda recoger para que nadie tenga ganas de vomitar por lo que ha dicho. Y es que lo de Osa Osa Ecoro es de agradecer. Si lo miramos desde una perspectiva aduladora, veremos que el pobre hace lo que le dice el que tiene el monopolio de la palabra pensada en el país bajo dictadura obsoleta desde el 3 de agosto de 1979 y poco mas. Pero nosotros no somos aduladores, ni somos buenos agradeciendo por nada a una persona que asegura que su vida actual es mejor que su propia existencia duradera. Y por eso no valoraremos que diga, asegure y jure que en Guinea Ecuatorial, la de Obiang Nguema Mbasogo, hay libertad de expresión. Que su libertad de ser manipulable le ayude a encontrarse algún día entre tanta desgracia cerebral que atesora en público.
Ahora resulta que en Guinea Ecuatorial hay libertad de expresión, y como todas esas cosas no están exentas de sus muchas dosis de «limpieza mental», seguro que también habrá gente, sobre todo jóvenes que asegurarán de que «Sí, hay libertad de expresión y también hay annoboneses en Annobón». Y luego tienes a los que hacen las cosas como si realmente el país estuviese en la buena senda de esas libertades, nos referimos a las Embajadas que no están para el pueblo, sino que están más bien para que sus respectivos países lo tengan fácil a la hora de llevarse lo de los pueblos sin un sistema democrático fiable. Y también están los colaboradores, gente que llega desde países en donde estudiar significa una garantía de futuro, recala en su «querido país» y de repente lo ven todo con otros ojos… Con ojos de aduladores. Toda esa gente, y podríamos haber citado mas, pero ya es demasiado lo que hay que oír, vive en un país que informa a su pueblo de lo que ocurre a través del milagro, del único milagro. Eso cuando quieren saber qué ha hecho el Presidente que es el úncio que tiene derecho a salir en la tele a decir que es guapo y que defiende a su patria a capa y espada. Pero cuando quieren enterarse de lo que ocurre en el mundo, no bajan al quiosco a comprar prensa, se sientan en sus casas, encienden la televisión o el ordenador y viajan a otros mundos donde virtualmente todo está al alcance de la mano en cuanto a saber cosas de una manera libre.
Nuestra carta de LOCO de hoy quiere hacer una parada en lo que se denomina periodistas en Guinea Ecuatorial. La verdad es que conocemos a muchos que son semi profesionales y que están convencidos de que se puede cambiar el país haciendo, primero lo que quiere el régimen dictatorial, luego lo que su consciencia inteligente les aconseja de no hacer nada que no quiera el régimen dictatorial. Por ejemplo, Desiré Djambo, a la que no conocemos de nada mas que sus apariciones profesionales en la TVE, ente público con poder de llegada, con ciertos tintes de libertad y que aparte de dar empleo a muchos, hace un trabajo envidiable sin que nadie repare en la política barata que aveces la hace virar hacia lo absurdo. La periodista llega a su país, se pone a trabajar para colaborar en la buena marcha de la emisora nacional y de repente uno se pregunta: ¿Qué diferencia puede haber encontrado esa mujer entre una tele pública como la TVE y una tele pública como la RTVGE?. Imaginamos que ella no podría responder a esa pregunta en público sin antes acordarse de que la diplomacia, y de paso su pasaporte español, le podrían salvar de cometer una buena. Y es que Guinea Ecuatorial necesita a muchos profesionales de la prensa seria, pero los necesita menos que a los profesionales de Qorvis o de Pancracio sabe qué otros lobbys que se encargan de hacer de su imagen algo creíble.
Y como Desiré Djambo, conocemos a otros tantos. Por ejemplo Lucía Asue, sí, esa muchacha profesional como la copa de un pino que hizo maravillas con lo de «Españoles por el mundo» y que ahora está llevando su buen hacer para la televisión dictatorial de su querido país. O Miguel Ángel Sikota Ndjoli, un joven que promete mucho en el mundo de las pantallas serias, pero que debe ahora asumir que no todo en la vida es de libertad de expresión, no vaya a ser que Osa Osa Ecoro se entere de que han cometido el error del muchacho de la RTV ASONGA (propiedad del hijo del dictador) que dijo Gadafi cuando Gadafi se estaba escondiendo de las atrocidades que había cometido como dictador, y ahora no se ha vuelto a acercar a un micro para decir nada, ni a favor, ni en contra. Toda esa gente son profesionales que han luchado durante su estancia en España, un país que sabe de qué va la cosa de hacer televisión para que el pueblo consuma lo que sea a base de lo que sea, pero sin dejar de dotar de la libertad de expresión a más de las 98% de las personas que salen en pantalla, y así lograr que la fiablidad de los medios de comunicación sea bien recibida por la sociedad que en momentos muy difíciles, quieren escuchar a varios para optar a algo diferente. Pero esos profesionales ahora están a las órdenes de Obiang Nguema Mbaosogo, hacen lo que él dicte a través de su Osa Osa Ecoro. Ninguno puede sobrepasar los límites permitidos o les recordarán en qué país han decidido ir a hacer fortuna, como tampoco ninguno goza de esa libertad de expresión que seguramente un profesor de Universidad que habría soportado a Franco les inculcó para el buen hacer de un profesional dedicado a informar a la población. Y esa, señores, es otra batalla perdida. Cerebros que se recuperará cuando todo sea recuperable y se tenga que hacer un país mejor sin los que de prensa sólo saben de la página oficial del PDGE y del gobierno antidemocrático.
Y luego podríamos hablar del bueno de Nolín, que es además primo mío. Una persona muy comprometida con lo suyo, con muchas ganas de hacer algo grande para el país. Pero claro, cuando se pone su traje de la mañana para ir a la televisión, ya tiene una lista de lo que piden desde arriba que se haga, que se diga, ni una coma menos, ni una coma más. Sólo está permitido aumentar el tono adulador, mientras se reduce el tono de libertad que uno mismo podría sentir para dar una noticia. Bueno, tampoco es que tengan noticias que dar, ellos hacen de efecto eco para que lo que les dicen que digan llegue a aquellos que llevan tiempo, 33 años para ser más concretos, haciendo lo que quieren los de arriba que hagan. Y a eso se le llama estar muy al día de las limitaciones de uno. Nolín sabe que no forma parte de ninguna asociación de periodistas independientes, sabe que no hay otros medios audiovisuales que no sean los del régimen, que encima son dos y se reparten entre papá e hijo, dos dictadores mas un irresponsable tonto. Por lo tanto, el bueno de Nolín, que es mi primo, se va a trabajar todos los días para que al final de mes su dinero alcance para sus caprichos… Para sus múltiples caprichos. Y esa, señores, es una pérdida que habrá que recuperar cuando las cosas se hagan con la cabeza en formato libre pensamiento.
¿Y qué me dicen de Teobaldo Nchaso?… Palabras mayores. A Teobaldo le dices que hay un lugar donde podría hacerse un DNI que lo clasifique a él como de Akuakam Esangui, en Mongomo, y el chico de la isla de Bioko sale disparado a hacérsela. No se crean que esto lo escribimos contra él, lo que pasa es que cuando le toque leer esto, se dará cuenta de que él mismo no puede engañarse ante la imagen que ha dado ante el pueblo de Guinea Ecuatorial, ante el pueblo bubi y ante cada uno de los individuos, tribus aparte, que componen el país y que sueñan conque mentes como la suya hubiesen sido menos rastreros, y así poder conceder un poco de aire a las dilapidadas mentes privadas de libertad. Teobaldo Nchaso quiere llegar muy alto y está seguro que la única manera de hacerlo, es fingir un profesionalismo dentro del mundo del periodismo que le lleva a conceder entrevistas tales como la que le hizo al abogado de Nguema Obiang que en esos momentos se encontraba en Malabo y que como poco, y con Teobaldo como ejemplo de lo que respira el país, se llevaría la sensación de «No me extraña que éste chico esté robando a este nivel. Con profesionales de ésta calaña yo me hago rico en un tiempo récord». La entrevista que le hizo Teobaldo al abogado de los bienes mal adquiridos debe quedar en los archivos de la historia del periodismo que hay que suprimir en caso de que el país recobre algo de dignidad y tengamos que recordar a los nuevos hombres y mujeres aquellos errores que no deben cometerse. Y Teobaldo Nchaso, a diferencia de los demás, ya es un caso perdido. Llegado el momento, se le pedirá que vuelva a clases de periodismo a ver si se saca el título y…
¿Por qué hemos escogido a estos personajes arriba mencionados?. Pues fácil, primero porque los conocemos y sabemos que muchos de ellos en otro país trabajaron, vieron respetados sus derechos, son profesionales, utilizaron siempre la libertad de expresión como base de su profesionalismo y son capaces de llevar a cabo una labor en la que la responsabilidad sea la que impera. Segundo porque nos sorprende que a pesar de que llevan un tiempo corto colaborando para que los medios de la dictadura puedan servir para dar una imagen de mojora, lo único nuevo que hemos visto, es una publicidad en donde animales de la sabana africana están sentados viendo la tele y una bola que gira con el logo de la RTVGE como único reclamo serio para esa tele. Esas personas no están trabajando bajo condiciones que inviten a la libertad de expresión, no pueden salir en pantalla, a no ser que la hipocresía sea el pan que ahora consumen, y afirmar que su grata labor se realiza en un ambiente total de libertades y que pueden proponer por ejemplo de que se lleven las cámaras y los micros a las oficinas del CPDS, entrevistar a Plácido Micó y que él a su vez hable del programa de su partido para el bien del país. Esas personas ahora mismo no están trabajando a gusto, están experimentando con la dictadura, pero como en la vida hay algo que se llama salario mensual, entonces todo el mundo tiene derecho a hacer lo que le aporte esa cosa y así de paso vivir que es lo que todos en la vida buscamos.
Porque el que me diga que está trabajando como en su día lo hiciera en otro sitio, me lo creería sólo para no hacerle un feo y dejarle en evidencia. Hay un canal internacional de Guinea Ecuatorial operativo, www.rtvgeint.tv, creo que se escribe así su localizador. Ese canal internacional visible en internet es un avance, eso lo reconocemos. Pero ¿Para qué ha servido invertir ese dinero en una cosa que no da cobertura a nadie más que al dictador que se está curando una imagen exterior como es habitual en los dictadores, en lugar de potenciar lo que consumen sus propios hermanos?. Esa pregunta no la hace nadie en Guinea Ecuatorial, posiblemente ni yo la habría hecho… ¡La habría dibujado, eso si!. Pero de todos modos ese canal, o los que trabajan en él, no perciben las cantidades que percibirán esas personas que se encargan de lavar la imagen de Obiang en el mundo… Entonces nadie entiende cómo se puede hablar de libertad de expresión si ni los profesionales nacionales pueden trabajar como exige su formación, ni los medios de comunicación del país son parte del pueblo sino entidades privadas para la propaganda dictatorial, ni los salarios de los que se parten el lomo dentro está cercano a ese otro que ni siquiera tiene que poner los pies en el país para escribir cuatro frasesitas que dejen contento al dictador. La libertad de expresión a la que hizo referencia Osa Osa Ecoro debe de ser que se refería otra cosa, y no a lo que conoce Larry King o Buenafuente.
Y cerramos… ¡¿Qué?!, ¿Que qué hay de la prensa escrita?. Es verdad, también se podría hablar de ella. Pero en eso está un Ilustre Miembro de la Real Academia de las Letras Españolas que escribe mensualmente una columna con un nivel de adulación propia de gente que de libertad de expresión entiende lo que yo entiendo de libertinaje expresal. Nada, lo siento, en Guinea Ecuatorial no existe la prensa escrita. ¿Los anuncios de Medias Communications?, si, bueno, vale. Esos juegan un papel crucial que ya explicaremos en otro momento con el permiso de su dueño.
«SIN PERIODISTA NO HAY PRENSA. SIN PRENSA NO HAY DEMOCRACIA» ¿Podríamos deducir que los arriba citados son los periodistas que hacen que haya prensa en Guinea Ecuatorial y que por lo tanto se pueda hablar de democracia?. Si es sí la respuesta, entonces retiro todo lo aquí escrito y pido perdón públicamente. Aunque dudo mucho que nadie se atreva a ser tan valiente de contradecirme en estas reflexiones.
Nsé, un «periodista» como la copa de un pino y con el cachondeo como libertad pura de expresión.
MI FRASE DE LA SEMANA: «Hay mucho que decir en favor del periodismo moderno. Al darnos las opiniones de los ignorantes, nos mantiene en contacto con la ignorancia de la comunidad»
