Luego del empate ante Suecia y la caída con Brasil, Camerún aún conservaba chances de clasificación en el Grupo B del Mundial de los Estados Unidos en 1994. Para aspirar al pasaje a octavos como uno de los mejores terceros debía vencer a Rusia, que llegó con dos derrotas a cuestas al duelo del 28 de junio en el Stanford Stadium de San Francisco. Pero las cosas no serían iguales al Mundial de Italia 90.
En los primeros 45 minutos los rusos sacarían una ventaja de tres goles (tres festejos de Oleg Salenko) con un seleccionado camerunés desconocido y que acusaba el golpe de la goleada ante Brasil en la fecha anterior. Y para el segundo tiempo, el francés Henri Michel decidió que era el turno del experimentado Roger Milla. El 9 reemplazó a Louis Mfede y la táctica utilizada en el Mundial anterior surtió efecto. Otra vez los goles de Milla ingresando desde el banquillo.
Solo un minuto le alcanzó a Roger para poner el descuento de los Leones Indomables. Tras una serie de rebotes, Milla aguantó con su cuerpo la marca de Dmitri Khlestov y poco antes de llegar al área chica remató cruzado ante la salida del arquero Cherchesov. Al marcar el 1-3 Milla se convirtió -con 42 años- en el jugador más viejo en marcar un gol en un Mundial. También el camerunés, con cinco conquistas, sería por muchos años el máximo goleador africano en Mundiales.
El gol de Milla sirvió solo para decorar el marcador y no así para generar algo de reacción en sus compañeros. Dos goles más de Salenko -sería uno de los goleadores del Mundial con 6- y el último de Radchenko dejarían las cosas 6-1 para una Rusia que tampoco pudo clasificar. Con varios sobrevivientes del Mundial anterior, y con nuevas caras que empezaban a asomar, el seleccionado camerunés estuvo muy lejos de repetir la gesta en tierra italiana cuatro años antes. Al menos lo que se repitió fue el baile de Milla en el banderín del córner para despedirse de los Mundiales con un gol.
Francisco Javier Jáuregui
Fuente: Sporting Africa – @sportingafrica