El organismo de control Global Witness ha instado a los fabricantes de teléfonos móviles que tengan cuidado con los “minerales de conflicto”, materias primas extraídas de zonas en guerra, que están utilizando en la fabricación de sus productos.
En un comunicado emitido con motivo del Congreso Mundial de Móviles, que se ha inaugurado en Barcelona, Global Witness dice que este tipo de minerales provienen particularmente de zonas de conflicto en el este de la República Democrática del Congo, donde las minas están controladas por el ejército y las milicias armadas.
“Ya es hora de que las compañías de electrónica demuestren que son serios con respecto a la eliminación de los minerales de conflicto de sus cadenas de abastecimiento”, señala Global Witness a través de uno de sus activistas, Daniel Balint-Kurti.
“Esto significa que hay que exigir a los proveedores de minerales de la República Democrática del Congo, que declaren exactamente la mina de la que se han extraído los minerales”, dijo, recomendando “controles y auditorías que verifiquen estas declaraciones”.
“Si las compañías no pueden estar seguras de que sus minerales están libres de ser causantes de conflictos, no deberían estar comprando estos minerales en absoluto”, señala el organismo.
Firmas internacionales de fundición adquieren materias primas utilizadas para la fabricación de teléfonos móviles de compañías congoleñas de exportación que provienen de las zonas controladas por grupos rebeldes armados y el ejército congoleño.
“Las compañías de electrónica podrían ayudar a detener esta situación pidiendo pruebas a estos procesadores de que sus productos no son “de conflicto”, como una condición previa a la compra, pero muy pocas, por no decir ninguna, ha dado este paso”, denuncia Global Witness.
El organismo subraya que estos grupos armados “cometen regularmente abusos horrendos sobre la población civil, como asesinatos masivos, violaciones, torturas y reclutamientos forzosos”.
Las compañías electrónicas argumentan que sus cadenas de abastecimiento son demasiado complejas para poder realizar ese seguimiento, pero las ONG y los investigadores de la ONU no admiten esta escusa.
“Dada la renuencia de estas firmas internacionales a enfrentarse a sus responsabilidades, Global witness pide al Consejo de Seguridad que comience a utilizar sanciones contra aquellos que no cumplan con la claridad de sus actos requerida”, afirma la ONG.
(Mail & Guardian, Suráfrica, 16-02-10)