Gira il mondo, gira, Félix Pérez Ruiz de Valbuena

7/06/2011 | Bitácora africana

Me tenéis que disculpar que no escribí nada la semana pasada, pero he estado un poco pachucho, de lo mío. Un poco aperreao.

Me fui a España a ver a la familia y amigos y al cumpleaños de mi nieto y a ponerme ciego a comer todas esas maravillas que disparan mi azúcar a las nubes y mi salud al tártaro. Así que fue llegar y besar el santo y comenzar la romería interminable de comidas y cenas con unos y con otros. Ganar kilos y récords de glucemia ese viene a ser mi paso por las tierras de España. Y esta vez peor que nunca porque creo que me han echado un wack (maldición) bastante fuerte. Fuerza 3 o superior, como el Ajax Pino. Creo que ya lo he contado, ha sido uno al que despedí por pretender compartir consigo mismo muchas de mis cosas, empezando por mi dinero. Llamadme antiguo, pero soy de los que siguen creyendo en la propiedad privada, aunque no de los medios de producción.

Así que ya en el viaje empezaron a irme mal las cosas. Asiento de ventanilla, sin acceso fácil al pasillo y a los servicios, horrible para una persona de incierta edad y cierta prostatitis, amén de la diabetes. Por añadidura escala en Niamey, que no es como Escala en HiFi (¿algún viejo como yo se acuerda de aquel maravilloso programa musical de los ’60?), lo que supone 2 horas más de viaje.

Y la escala en París de 3 horas para viajar a Madrid (mi novia, pensando en mí y que hiciera el trasbordo sin problemas, no me cogió el primer vuelo de conexión, para que fuera tranquilo). Finalmente llegada a Madrid y a esperar que alguien de la familia viniera a buscarme, pero como les dije que llegaba al mediodía entendieron que no era a las 12, madrugada para ellos, sino más bien a las 3-4 de la tarde. Sin móvil español (iPhone, por supuesto) que perdí o me robaron en Ouaga, no conseguí que funcionara la única cabina que encontré en el aeropuerto. ¿Quién es el gilipollas que va por el mundo sin móvil hoy día? Así que a coger un taxi y buscarme la vida porque también me había olvidado las llaves de mi casa de Madrid. ¿Estoy o no estoy wackado?

or si esto fuera poco cuando fui de visita a mi antigua empresa a saludar, los servidores de la empresa (son ordenadores, máquinas, no personas) se ‘cayeron’ y se quedaron colgados al menos mientras estuve allí. Fui a comprar unos Tablets PC que tenía que traerme para la Biblioteca (es una biblioteca digital), pero me dijeron que lo tenía que hacer por Internet. Lo hice, incluso el pago por tarjeta. Pero al cabo de unos días me llaman para decirme que habían anulado el pedido porque es mucho dinero y que ya me devolverán lo de la tarjeta, que si quiero puedo hacer una transferencia por banco y me envían los ordenadores… consecuencia: no me los puedo llevar conmigo en la maleta y evitar el 48% de impuestos de Aduanas… y que se queden con algunos (me acaban de robar en la Aduana unas pegatinas grandes que había comprado para regalar a unas escuelas de fútbol, casi 120 €. Vete a reclamar al maestro armero). ¿Estoy wackado o no?

Viajé a Ibiza, con la familia, para el cumpleaños de mi nieto (no os voy a contar lo bien que lo pasamos) y cuando me fui se quemó el monte que está justo detrás de la casa de mi hija, el mayor incendio de la historia de la isla. Suerte que el viento sopló en dirección contraria. El wack no es totalmente destructivo, sólo fuerza 3, ya he dicho, porque podía haberse quemado la casa, ya de puestos, o haber perdido el Barça la Champions…

Vuelta a Madrid y por si fuera poco lo de mi wack no hay más que ver el resultado de las elecciones municipales y autonómicas. Sin comentarios. ¿Es un wack horrible o bien?

Pero por si alguien tenía alguna duda: la salud pa trapos, la mía. Cada día me he ido sintiendo peor, según pasaba mi estancia. Cansado, hecho polvo y no echo polvos, a duras penas podía comerme todo lo que pedía en los sucesivos atracones con los amigos y familia (bueno, sí que podía, que soy un tragaldabas) y me mantenía con ánimos en esos momentos, por la alegría de verlos pero deseando meterme en la cama todo el tiempo. Solo, claro. Y ya el domingo me reventó el wack, por así decirlo, y tuve que pedirle a mi querida Concha que me llevara a Urgencias, de mal que me veía. Mano de santo. Me pasé desde las 10,30 hasta más de las 7 de la tarde, al día siguiente estaba como nuevo, oye, pero tuve que retrasar el vuelo para llegar a Burkina. Duras peleas en facturación de AirFrance para cuadrar los kilos en las maletas, arañando de aquí y de allá y metiendo casi 20 kgs en la mochila de mano. Viaje coñazo, como siempre, sobre todo si has dormido poco más de 1 hora en toda la noche y una anciana fractura de coxis te incapacita para restar mucho tiempo sentado en la misma posición o dormir. Otra escala en Niamey, ¡dita sea!

o que siguió fue estupendo, salvo porque no podía con mi alma: encontrarme con Asséto, mi novia, su emoción al verme de vuelta y con los regalos que traía para ella y su familia, etc… Pero, ¡wack de los demonios!, esa misma noche salieron los soldaditos en Bobo-Dioulasso, la 2ª ciudad del país, a pegar tiros y saquear todo lo saqueable. Y se apuntaron otras guarniciones: Dori, Dédougou, Tenkodogo, Kaya… Vuelta a empezar. Y es sólo porque tienen armas y pueden robar, porque hasta la fecha no han hecho nada a los ladrones-violadores-soldados. Nos quedábamos el miércoles noche porque mi novia tenía la emisión a las 9 de la noche de su programa en directo en la TV, ‘En Toute Intimité’. Estábamos en el hotel esperando a ir a la TV (CANAL 3) cuando nos llamó su Director para decirle que se cancelaba la emisión, que le habían dicho que los militares iban a salir como los de Bobo (son unos culo veo, culo quiero, TV robas, moto pillo) y que los Gendarmes se estaban preparando para salir a detenerles, que les había visto ya montados en sus 4×4, con sus chalecos antibalas y metralletas, ¡bien por los gendarmes!

Cómo deciros lo que es tener el miedo en el cuerpo? Nos asomamos a la ventana sobre la avenida más céntrica de Ouaga y el miedo pegó otro subidón porque la actividad y el tráfico brillaban por su ausencia. ¿Qué hace un cobarde experimentado en situaciones como estas? Intercalar decisiones absurdas, órdenes de mando, maldiciones varias y gritos de histérica sin orden ni concierto. ¡Me cagüen ros…! (no va por ti, Salvi, es que a mi madre no le gustaba que metiera al Señor en la taza del wáter), ¡cariño, vamos a cerrar las maletas y marcharnos! (habíamos hecho una exposición de todos los regalos que había traído para ella y la familia), ¿por qué no llamas otra vez para ver qué está pasando? (la red telefónica no marchaba bien, suelen cortarla cuando hay manifestaciones o líos para evitar que se utilice para coordinarse), ¡me cagüen la puta madre de todo lo que se menea con armas!… Y así seguí un rato mientras Asséto, más calmada, se hacía con el control de la situación después de darme dos bofetones que me hicieron replantearme mi comportamiento en la vida, si hay que tener huevos antes de convertirse en un gallina y cosas así, pero no mis relaciones de pareja: lo importante es que alguien lleve bien puestos los pagnes… (aquí he colado alguna pequeña licencia poética, tipo Kapuscinski).

Bajamos a una recepción vacía, nos asomamos a la calle y poco tráfico, poca gente, parece que recientes estudios demuestran que las ratas no se embarcaron en el Titanic, como si todo el mundo estuviera al corriente de lo que podía pasar. Nos acercamos al mostrador a preguntar y nos confirmaron que tenían los mismos rumores, ¡cabrones, ya podían avisar a los clientes fieles! La última vez destrozaron medio hotel, ha estado cerrado por obras casi 1 mes, y robaron y violaron todo lo que se encontraron al paso, incluidas algunas blancas que estaban en sus habitaciones. Pedimos la cuenta, nos cobraron sólo medio día por el miércoles, detallito, y nos trasladamos a dormir ‘en famille’. Ni Asséto, ni su familia, tienen dinero, sólo un trabajo con el que ir tirando, así que las comodidades se limitaron a hacer salir de la cour a Bonheur, la perra, con la que me llevo peor y que ya me mordió en una ocasión. Tampoco quedaba mucho espacio libre.

Dieu merci, no hizo una de esas noches de calor insoportable y me colocaron el ventilador cerca para secar mi sudor. Casi toda la noche en vela, esperando escuchar los tiros, que no se produjeron. Y también para evitar a la mayor parte de la familia, que dormíamos juntos, mis ronquidos que son peor que el tableteo de una Kalashnikov. ¿Me dais ya la razón de que estoy wackado?

Ayer, viernes, hubo enfrentamientos en Bobo entre los amotinados-ladrones y fuerzas del ejército que fueron a controlarles. 7 personas muertas, de ellas 6 soldados amotinados. Lo cual me ha producido mucha alegría, aunque me esté mal el decirlo por lo duro que resulta alegrarse de la muerte de alguien. Por fin el Gobierno ha decidido empezar a parar los pies a los ladrones-violadores-asesinos, que deberían defender a la población y se dedican a atacarla en su provecho porque tienen armas. Puede que ahora se lo piensen un poco más antes de volver a hacer el bestia.

Estoy contento, incluso la biblioteca no se ha caído aún. Lo mismo la abro antes de que vengan a saquearla. Como todo el mundo dice aquí: il n’y a pas de problème

Quizás tenía que haber llamado este post WAKA-WAKA y colocaros el vídeo de la Shakira, pero yo soy más de Jimmy Fontana y de que el mundo siga girando a pesar de todas las maldiciones. Sigue siendo una bendición estar en él, suerte que no se terminara el 21 de mayo…

Original en FronteraD

Autor

  • Pérez Ruiz de Valbuena, Félix

    Félix Pérez Ruiz de Valbuena. ( Calatañazor, Soria, Diciembre 1954 ) Estudió economía . Marxista-leninista de formación política, afirma que no le sirvió para hacer nada demasiado útil en la vida universitaria, salvando quizás el Festival de los Pueblos Ibéricos. Empresario familiar comparte con sus dos hermanos la propiedad de una empresa de formación. reside actualmente en Burkina Faso con la esperanza de comenzar de nuevo con proyectos que le devuelvan la ilusión. Con tres hijos y un nieto, que le hacen felices los más de los días. Y como dice Soltero y sin compromiso. Es colaborador de la Revista Digital Frontera D con su Blog Negros sobre blanco , que iremos reproduciendo en nuestra sección de Bitácora Africana, agradeciendo a Frontera D la autorización para hacerlo y por supuesto a Félix Pérez Ruiz de Valbuena

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