La economía ghanesa, importante productora de oro y cacao en África Occidental, se vio gravemente afectada por la pandemia de la COVID-19, la guerra en Ucrania y el aumento de las tasas de interés globales. Estos factores precipitaron el incumplimiento de la mayor parte de su deuda internacional de 30.000 millones de dólares en 2022, después de años de gasto excesivo. Siguiendo el ejemplo de Zambia, otro país africano en situación de incumplimiento, Ghana se unió al «Marco Común» del G20, diseñado para acelerar la reestructuración de deudas e incluir a China, un importante prestamista bilateral, en el proceso. En este marco, varias fuentes han afirmado que Ghana ha alcanzado un acuerdo preliminar con sus tenedores de bonos internacionales para reestructurar una deuda de 13.000 millones de dólares en la que los tenedores de bonos enfrentarán una reducción de hasta el 37 % sobre el capital y los plazos de vencimiento se extenderán.
Ghana había iniciado negociaciones formales en marzo con dos grupos de tenedores de bonos; uno compuesto por gestores de activos y fondos de cobertura occidentales, y otro por bancos regionales africanos. No obstante, estas negociaciones se estancaron en abril debido a que el acuerdo propuesto no cumplía con los requisitos de sostenibilidad de la deuda del Fondo Monetario Internacional. Esto derivó en el ajuste del plan para cumplir con el marco de deuda revisado del FMI, lo que a su vez facilitó el acuerdo preliminar. A principios de este mes, Ghana también cerró un acuerdo con sus acreedores oficiales, inicialmente alcanzado en enero, abriendo el camino para que la junta ejecutiva del FMI se reúna el 28 de junio y considere la segunda revisión del préstamo de 3.000 millones de dólares a Ghana, liberando un próximo tramo de 360 millones de dólares.
Autor: Maxwell Akalaare Adombila
Fuente: Reuters
[Traducción y edición,: Bruno Rodríguez]
[CIDAF-UCM]