La industria de productos para aclarar la piel está valorada en 10 mil millones de US$ y Ghana no quiere tener nada que ver con esto. A partir de agosto Ghana implementará una nueva prohibición de la hidroquinona, un producto químico componente principal en muchos productos de blanqueamiento de la piel. La prohibición es la última andanada en una reacción en contra del blanqueamiento de la piel que enfrenta a los estereotipos raciales contra una creciente industria de la belleza.
Ghana es uno de los tres países africanos, junto con Costa de Marfil y Sudáfrica a cargo para regular los productos para aclarar la piel y la “Food and Drugs Authrity” (FDA) asegura que la prohibición es una cuestión de seguridad pública. La hidroquinona está ampliamente considerado como un carcinógeno potencial y los productos que lo contienen ya están prohibidos o restringidos en Japón, Australia y la Unión Europea (aunque la eficacia de estas prohibiciones es tema de debate).
Existen abundantes precedentes históricos para el uso de productos químicos para lograr un tono de piel más claro, pero la práctica ha sembrado en los últimos años un gran auge en la industria. En 2012, solamente en la India se utilizaban 258 toneladas de crema despigmentante (este tipo de cremas han llegado hasta el consumo masculino). En Lagos, Nigeria, una encuesta demostró que hasta un 77% de todos sus residentes usan cremas para aclarar la piel. La demanda de este tipo de productos que actualmente está siendo impulsada por el mercado de Asia y el Pacífico, por Japón, pero también por África, Oriente Medio, Caribe y América Latina. Un informe de 2009 de la Global Industry Analysts (GIA) declaró que la industria del aclarado de la piel estaba cifrada en 10 mil millones de US$ y esa cifra podría alcanzar los 23 mil millones de US$ en 2020.
Mientras las cremas despigmentantes tienen algunos efectos negativos, dejando el cáncer a un lado, las cremas blanqueadoras pueden causar erupciones, picazón en la piel, escamas y cicatrices permanentes. Para aclarar la piel está considerado como un subproducto directo del “colorismo”, una forma de discriminación que estima que la piel más clara es más bella que la piel más oscura. Históricamente, el “colorismo” ha llevado a disparidades en todo, desde el tratamiento social para el empleo, e incluso se ha documentado como un factor en las sentencias de prisión de Estados Unidos.
Quizás el ejemplo más famoso de esto es la «prueba de la bolsa de papel», una práctica de la esclavitud americana mediante la cual los propietarios de esclavos comparaban el color de la piel de los esclavos con una bolsa de papel, los esclavos de piel más clara eran enviados a trabajar en las mansiones mientras que los más oscuros eran enviados a los campos. Más recientemente, en 2011 el documental “Dark Girls” (chicas oscuras) destacó la presencia persistente de colorismo en los medios de comunicación, y su efecto sobre la autoestima de las mujeres negras. Fuera de los EE.UU., el tono de la piel sigue estando asociado con la clase social en muchas regiones, en particular en la India y Filipinas.
Hasta el momento, el retroceso contra los despigmentantes ha sido lento, en parte debido a que tales productos han sido un gran negocio. (En los EE.UU., la fábrica de Unilever, Fair & Lovely, fabricaba una crema para el blanqueo de la piel con amplia distribución en el sudeste asiático). Celebridades como la cantante camerunigeriana Dencia han sido criticadas por apoyar productos para aclarar la piel, e incluso Snapchat ha sido criticado por el uso de filtros de retoque, en sus fotografías, que hacen parecer que la gente es más blanca.
Esto significa que Ghana, un país con 26 millones de habitantes, podría dar un ejemplo importante, al menos simbólicamente. «Desde agosto de 2016, todos los productos que contienen hidroquinona no serán permitidos en el país», declaró el portavoz de la FDA, James Lartey.
africa.com
Fundación Sur