Ghana ha aprobado una vacuna contra la malaria desarrollada por la Universidad de Oxford. Este avance en la sanidad supone uno de los varios esfuerzos que se están realizando en el país para abordar una enfermedad que se lleva las vida de más de 600.000 personas cada año, la mayoría de ellos en África y niños. La complicada estructura y el ciclo de vida del parásito de la malaria han obstaculizado durante mucho tiempo los esfuerzos para desarrollar vacunas contra esta enfermedad.
Después de décadas de trabajo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó el año pasado la primera vacuna contra la malaria, Mosquirix, del fabricante británico de medicamentos GSK, pero la falta de financiación y de potencial comercial ha impedido que la compañía produzca todas las dosis necesarias. Mientras tanto, la vacuna de Oxford, que obtuvo la aprobación regulatoria en el grupo de edad con mayor riesgo de muerte por malaria (niños de 5 a 36 meses de edad), tiene una ventaja de fabricación gracias a un acuerdo con Serum Institute of India para producir hasta 200 millones de dosis anualmente.
Los resultados de la etapa intermedia del ensayo de vacunas de Oxford en el que participaron más de 400 niños pequeños se publicaron en una revista médica en septiembre. La eficacia de la vacuna fue del 80 % en el grupo que recibió una dosis más alta del componente adyuvante inmunoestimulante de la vacuna y del 70 % en el grupo del adyuvante de dosis más baja, 12 meses después de la cuarta dosis. Las dosis se administraron antes de la temporada alta de malaria en Burkina Faso.
Las vacunas infantiles en África suelen ser pagadas por organizaciones internacionales como GAVI y UNICEF después de haber sido respaldadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta es la primera vez que una vacuna importante es aprobada con anterioridad en un país africano, antes que en las naciones occidentales.
Fuente: Club of Mozambique
[Traducción y edición, Itzá Camacho de Domingo]
[CIDAF-UCM]