Pocas veces hablamos de Sudán del Sur, que a mí me gusta más llamar Sudán Meridional. Las rivalidades entre el presidente y el vice-presidente, pertenecientes a dos etnias diferentes y rivales, es la causa de los disturbios presentes, a pesar de haber firmado unos acuerdos de paz.
EL CURRÍCULO DE GER
Nació en el Sudán del Sur en 1972, cuando el país aún no se había separado del Norte islamista y sufría una guerra civil y deportaciones de sus habitantes hacia el Norte, cuya capital es Jartum.
Sus padres lo llamaron GER que significa: ‘Cuando todo se desmorona’, nombre adecuado a la situación ruinosa en que vivían.
En plena guerra civil, en 1986, la familia huye del conflicto y encuentra refugio en un campo de Etiopía, donde permanecieron 4 años.
Por causa de la deteriorización de la situación, Ger, con 12 años, regresa a su tierra. En 1991, la mayor parte de los chicos eran reclutados a la fuerza como niños-soldado…A falta de escuela, aprendió el manejo de las armas. El fusil de asalto AK-47 (la popular ‘kalashnikof’ ) no tenía secretos para él. Su vida se transformó radicalmente con las guerrillas.
En 1994, consigue huir a los Estados Unidos, para rehacer su vida. Ya tenía 22 años. No sabemos bien cómo, pues no le gusta hablar de eso.
INMIGRANTE EN LOS USA
La primera oportunidad que se le ofreció fue el baloncesto, que tuvo que abandonar por causa de una lesión en una rodilla. ¡Adiós al sueño de jugar en la NBA…! Entonces fue seleccionado como modelo masculino de moda y se presentó a varios ‘castings’ para actores.
Debutó en el cine, con el filme ‘Extrañas coincidencias’ (2004) en el que interpreta la historia de un refugiado, Stephen Nimieri, que parece su propia autobiografía. También actuó en ‘Restless’ (2011) y en la película ‘Isn’t it delicious’ (2013).
Hoy, este actor y modelo de 35 años, comparte el cartel del filme ‘The Good Lie’ (2014) con la ‘star’ norteamericana Reese Witherpoon.
¿Las veremos algún día en España?
¡Bravo, Ger!
En ti se cumple lo que dice la sabiduría popular: ¡Unos nacen con estrella y otros nacen ‘estrellaos’…!