La región del Mar Rojo es una de las regiones más volátiles del mundo. Los diferentes Estados litorales, los actores regionales y las potencias internacionales localizadas en esta región tienen intereses que proteger, a la vez que deben garantizar el libre paso a través de una de las rutas comerciales más críticas del mundo.

Sudán es el país más extenso de esta región en la orilla del continente africano del Mar Rojo. Actualmente el país está luchando por equilibrar el manejo de agravios pasados sin resolver y el manejo de las expectativas de los movimientos populares, la élite militar y los intereses regionales. En segundo lugar, aunque sus límites territoriales no le dan acceso al mar, Etiopía es una nación bastante relevante en esta región, sobre todo en la actualidad, con una guerra interna en la región de Tigray. Su país vecino, Eritrea, se halla actualmente haciendo frente a presiones regionales e internas, mientras su otra nación vecina, Somalia, intenta salir de un ciclo de inestabilidad de tres décadas. Por último, Egipto, nación que poseyó una fuerte soberanía sobre el Mar Rojo, pero actualmente ya no disfruta de la misma autoridad.

Por otro lado, la orilla oriental del Mar Rojo también enfrenta inestabilidad y las naciones situadas en ellas se encuentran transiciones complejas. Entre los temas clave están: la guerra en Yemen, las rivalidades del Golfo, las recesiones económicas provocadas principalmente por la caída de los precios del petróleo y el cambio de posiciones sobre el reconocimiento de Israel. Esta región puede verse como un tablero donde los estados africanos, del Golfo y diferentes potencias internacionales como Estados Unidos, China, Japón, India, Turquía, Francia, Sudáfrica y la Unión Europea se disputan sus intereses actuales y futuros.

Itonde A. Kakoma y Patrick Smith

Fuente: The African Report-Mapa: Eric Gaba-Wikimedia

[Traducción y Edición, Irene Ruzafa Martín]

[Fundación Sur]

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